RÍO DE JANEIRO (EFE). El caos vivido en la capital del estado de Amazonas y las escenas de correrías en hospitales, médicos desesperados y agotados, cementerios desbordados y familiares de pacientes implorando por oxígeno o comprándolo en el mercado negro provocó una intensa movilización en todo Brasil, con el Gobierno ofreciendo aviones militares para transportar material médico y pacientes.
Felipe Naveca, que estudia las mutaciones del virus el estado brasileño de Amazonas, explicó que la nueva cepa, “más contagiosa”, sería responsable de gran parte de los casos en Amazonas.
La falta de camas en las unidades de cuidados intensivos y las filas de pacientes esperando por un lecho en las enfermerías permanecieron inalteradas pese a que el Gobierno comenzó a trasladar a unos 235 pacientes menos graves a otras ciudades.
Manaos, una ciudad de 2,2 millones de habitantes, registró el jueves un récord de 254 nuevas hospitalizaciones, el mayor número desde el inicio de la pandemia, con lo que agravó el colapso sanitario en un estado que acumula 223.360 contagios y 5.930 muertes por la enfermedad.
Cerca de 400 pacientes aguardan una cama en los hospitales.
Según la municipalidad, Manaos registró el pasado miércoles 198 entierros en un único día, con lo que superó el récord diario por cuarto día consecutivo.
Semana negra en México
México, el cuarto país del mundo en número total de fallecidos por covid-19. Registró unos 6.885 decesos. La pandemia ya mató a casi 138.000 personas y provocó 1,5 millones de contagios.
El sistema de salud se encuentra desbordado, especialmente en Ciudad de México, de nueve millones de habitantes, donde habían muerto 24.105 personas hasta el miércoles. La ocupación hospitalaria en la capital llegó al 91%.