Matías Ezequiel Martínez (25), el policía detenido por el femicidio de Úrsula Bahillo (18), cometido el lunes último en Rojas, provincia de Buenos Aires, se negó este viernes a declarar y se dispuso que quede detenido en Junín.
El trámite se realizó este viernes por la mañana, a las 8.30, en la ciudad de Chacabuco, donde Martínez se negó a declarar ante el fiscal Sergio Terrón, quien le imputa el delito de “femicidio agravado por premeditación y alevosía”, que prevé prisión perpetua.
La fiscalía descentralizada 11 de Chacabuco fue el lugar elegido, un punto que se mantuvo en reserva, para evitar escraches y disturbios. Tras el crimen, Martínez había pasado las primeras horas detenido en Conesa, pero allí los vecinos se resistieron a esa decisión de la Justicia y tuvo que se trasladado en un operativo de Gendarmería.
“El acusado, que contó con la asistencia de Defensor Oficial, hizo uso del derecho de abstenerse de declarar”, informó la Fiscalía General de Junín en un comunicado. La fiscalía también reveló que “se dispuso el alojamiento de Martínez en una Unidad Penitenciaria de la ciudad de Junín”.
“Nos quedan 13 días para definir la preventiva, luego puedo extenderme otros 15 días, pero ya puedo adelantar que vamos a solicitar la prisión preventiva. Y quedará a la espera del juicio oral. Mi sensación es que se trata de una persona totalmente apática”, dijo el fiscal Terrón tras la negativa a declarar de Martínez.
“Si nosotros vemos hacia atrás, medidas como botones antipánico u otras no sirven, no hacen la tarea preventiva. Se deberán promover otras medidas, quizá alguna tobillera, algo que permita prevenir este tipo de hechos”, agregó el funcionario judicial.
Úrsula fue hallada el lunes cerca de las 20.30 asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y, en ese mismo lugar, la policía detuvo a Martínez, quien se habría auto provocado las lesiones que presentaba.
A través de cámaras de seguridad, los investigadores establecieron que la joven había dejado su moto en la puerta de un quiosco al que ingresó y que, al salir, lo hizo caminando, tras lo cual aún no pudo determinarse el rumbo que tomó y en qué circunstancias fue abordada por el policía, quien esa noche se desplazaba en su auto, un Peugeot 307.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del propio imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque éste le confesó en un llamado que “se había mandado una cagada”.
Al llegar al lugar, la Policía encontró a la chica asesinada y al agresor malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, adentro de su auto. Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.
La autopsia determinó que la joven fue asesinada de 15 puñaladas en la espalda, el torso y el cuello con un cuchillo de carnicería hallado en la escena del crimen.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a Martínez por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.
Además de la denuncias en su contra por parte de Úrsula, el oficial tenía tres sumarios en curso en Asuntos Internos, uno de ellos por amenazar a una superior diciéndole: “Si me trasladan, tiro una bomba”.
GL
En los últimos diez años en Argentina hay un promedio de un femicidio cada 30 horas. Según estadísticas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema, sólo en 2018 fueron 278. La mayoría de los asesinatos ocurren en las casas de las víctimas y son cometidos por parejas o ex.
Dónde llamar
Atención para mujeres en situación de violencia.
Atención a Víctimas de Violencia Familiar.