El conductor radial y televisivo Maximiliano Delupi, cercano a los K, fue condenado a pagar más de un millón de pesos a dos periodistas por inferir calumnias e injurias a través de expresiones en Twitter y Facebook durante 2014.
El fallo sienta precedente en cuanto al uso abusivo de las redes sociales y la necesaria armonización del derecho a la libertad de expresión con el de la integridad moral y el honor de las personas, informó La Voz del Interior de Córdoba.
La jueza de primera instancia Civil y Comercial del Juzgado de Cuarta Nominación de Córdoba, María de las Mercedes Fontana, determinó que Delupi fue responsable de causar daño moral contra los periodistas Roxana Acotto e Iñigo Biain a través de comentarios maliciosos y ofensivos tanto en redes sociales como desde un programa de radio.
La controversia se originó a finales de 2014 cuando La Voz del Interior – diario en el que trabajaba Acotto- publicó una nota sobre cómo se había distribuido la pauta publicitaria del Gobierno nacional entre los medios de Córdoba.
Los datos, provenientes de un informe realizado por la ONG Poder Ciudadano, indicaban que la productora Hermida-Delupi figuraba entre los que más dinero del gobierno nacional habían percibido en 2013.
Al día siguiente, el medio Infonegocios –del cual Biain es director– publicó que Delupi y su productora recibían una desproporcionada pauta publicitaria del gobierno nacional. “Desmesura K: Max Delupi recibe el doble de inversión publicitaria que La Voz”, fue el título de la nota.
Desde el día siguiente a la publicación Delupi comenzó a calumniar a los periodistas a través de redes sociales (principalmente en Twitter y Facebook) y del programa de radio del condenado, “¿Qué pretende usted de mí?”, que era emitido diariamente por Radio Universidad Nacional de Córdoba AM 580 en dúplex con Radio Madre AM 530.
En algunos de esos posteos y comentarios Delupi llegó a referirse a la vida privada y a las hijas de los periodistas demandantes.
El condenado borró días más tarde sus publicaciones, pero en la causa quedó probado que “tal despliegue fue desarrollado durante diferentes momentos a lo largo de tres días y por redes sociales distintas, (por lo que) no es posible predicar la existencia de un error sino todo lo contrario: una intención concreta de dañar, excediendo así las fronteras internas y externas que rigen la libertad de expresión”.
“La libertad de expresión no puede ser utilizada como carta blanca para efectuar las más diversas manifestaciones, sin consecuencia alguna”, señaló la jueza, quien agregó que ese derecho debe armonizarse con el de la integridad moral y el honor de las personas.
En su resolución, la jueza consideró que, debido a la naturaleza del daño “de consecuencias disvaliosas para en el espíritu de la persona”, no es posible una restitución del estado de las cosas a la situación anterior de los hechos, debe otorgarse una indemnización en dinero.
Delupi siguió trabajando en los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) hasta septiembre de 2019, cuando las autoridades universitarias decidieron su apartamiento ante una denuncia pública y colectiva de violencia de género contra mujeres periodistas.
El reclamo del grupo fue respaldado por legisladores, artistas, abogados y referentes sociales.
Actualmente, Delupi conduce el programa de radio La Gran Estafa, en AM 750.
Fuente Clarin