
El guardapolvo, compañero inseparable del camino.

“Nachito” comienza a apropiarse de los protocolos sanitarios.

Respetando las nuevas reglas para el cuidado.
Este año no es igual a otros. El año pasado tampoco lo fue. Y eso lo sabe Ignacio Ríos (12 años), a quienes sus amigos le dicen “Nachito”, porque, como él mismo dice, “será todo distinto” al no poder “abrazarnos”. “Con los compañeros estaremos alejados”, dice. Tal es así que se pregunta con cierto grado de incertidumbre: “Cómo serán los recreos, porque siempre jugábamos en el patio a la pelota y nos abrazábamos cuando alguno hacía gol, lo que creo que ahora no se podrá”.
Comenzaron las clases presenciales en Santiago del Estero y la reflexión de “Nachito”, quien este año cursa el 7º grado de la Escuela N°1049 “Dr. Horacio G. Rava”, en la localidad El Puestito, departamento Capital, es casi la de todos los alumnos que ayer volvieron con todo un protocolo por la pandemia de coronavirus a sus aulas.

Con sus compañeros, un reencuentro inolvidable.

Más saludos y alegría en la escuela

Ya en clases, descubriendo nuevos conocimientos.
Nachito se vino preparando para esta etapa escolar; está entusiasmado de volver porque “no es lo mismo aprender en la casa que en la escuela”, si bien el año pasado “lo lleve bastante bien, con la ayuda de mi mamá, creo que estar en la escuela es mejor”.
Él vive en su casa con su mamá y papá, mientras que sus otros hermanos mayores ya se fueron a vivir en otro lado, así que Nachito es “nuestro bebé”, relata con amor su madre Gabriela de Los Ángeles Rosales.
En su casa tiene un fondo bien amplio en donde dos grandes árboles dan una sombra increíble y es allí donde a veces le gusta estar “repasando un poco” para “no volver a la escuela sin recordar nada” y allí no está solo lo acompañan sus perros Kiara y Tiki tiki.
Este lunes , Nachito preparó su mochila junto a su mamá, y además de los útiles escolares también tuvo que agregar el kit de higiene personal, toalla, jabón, alcohol en gel, porque “es importante que lleve todo lo necesario, a los padres nos da un poco de miedo pero estamos contentos que vuelvan a la escuela con el cuidado que debe tener ahora más que nunca”, expresa su mamá Graciela.

Las mascotas de “Nachito” le dan la bienvenida.

Hay que comenzar a hacer la tarea.

Con mamá, que ayuda a resolver las diferentes actividades.
“Sé que me tengo que cuidar, pero no le tengo miedo al virus”, agrega Nachito, quien estrena su guardapolvo blanco y emprende su camino hacia su querida escuela después de mucho tiempo por lo que el entusiasmo es grande no sólo por volver al aula en sí sino porque verá a sus compañeros a quienes extrañó el año pasado, a pesar que los vio algunos en el barrio.
Él vive en la zona sur de la ciudad capital y su escuela queda en la misma zona, la cual es de jornada completa, quiere decir que ingresa a las 8 y sale a las 16, sin embargo esta semana el horario será reducido, para una mejor adaptación a todo lo nuevo.
En el camino antes de ingresar se encuentra con sus compañeros de burbuja, ya que a su grado lo separaron en dos grupos, Burbuja 1 y Burbuja 2, para que se pueda cumplir con el protocolo, especialmente la de uno solo por banco y la distancia de 1.5 metros.
En la puerta lo reciben, como a todos, tomándole la temperatura, rociándolo con sanitizante no solo en las manos sino también en la mochila y demás. Y así listo se despide de su mamá e ingresa a la escuela para iniciar con todo este nuevo ciclo lectivo 2021.
“Todos tenemos que poner un poquito de cada uno, creer y tener esperanza que todo va a salir bien, porque más allá del miedo que tengamos debemos mirar para adelante y no dejar de cuidarnos”, dice Gabriela, quien muestra toda la esperanza en este nuevo año escolar.

Seguimos trabajando junto a mamá que también trabaja en sus quehaceres.
Reportero gráfico: Eduardo Rapetti
Fuente Telam