El desembarco de Máximo Kirchner en la presidencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires estuvo sembrado de resistencias que fueron menguando hasta decantar, la semana pasada, en una lista encabezada por el jefe de La Cámpora, acompañado por intendentes y ministros. Gustavo Menéndez, intendente de Merlo y actual presidente del partido, fue uno de los protagonistas de las negociaciones. En diálogo con LA NACION, dice que Máximo Kirchner no accede a esa posición por portación de apellido y afirma que el partido tiene equilibrio interno.
-¿Por qué surgió la intención de que Máximo Kirchner presida el PJ bonaerense?
-El presidente Alberto Fernández, cuando varios de los gobernadores y muchos de nosotros le decíamos de retomar la práctica de que el partido sea conducido por la máxima autoridad de la República, comenzó a trabajar de qué manera deberíamos rearmar el peronismo de la provincia. El PJ que nosotros construimos solo contenía a una parte y ahora, en situación de triunfo y de gobierno, necesitamos ampliar. Se buscó que estemos todos. Lo del adelantamiento [de las elecciones en el PJ bonaerense] tiene que ver con intentar unificar con el PJ nacional. La idea es armar la Comisión de Acción Política con dirigentes importantes que no hayan estado en la lista, yo voy a estar en ese lugar.
-En un primer momento, entre los intendentes hubo resistencia a Máximo Kirchner, ¿qué cambió?
–Hubo problemas de interlocución que después fueron resueltos. A veces, las acciones con las mejores intenciones pueden fracasar si no se utilizan los canales adecuados.
-¿Se eligieron interlocutores que no debían serlo?
-El entramado político de la provincia de Buenos Aires es muy complejo. No es lo mismo la complejidad del conurbano que el peronismo del interior, otro esquema de poder diferente. Una vez que eso se solucionó, fluyó porque todos entendimos que el peronismo de la provincia de Buenos Aires tenía que ampliarse.
-¿Las tensiones podrían reiterarse cuando haya que definir listas para las PASO, con el poder que adquiere La Cámpora?
-Se ha hablado de todo y hemos hecho un acuerdo que permite un equilibrio. Siempre los momentos en que se definen candidaturas son de fricción, es parte de la democracia. En la interna radical también hay fricción, o en la interna vecinal en la ciudad de Buenos Aires, con [Horacio] Rodríguez Larreta que parece no tener nada que ver con Patricia Bullrich.
-¿Qué razones daría para justificar que Máximo Kirchner sea presidente del PJ bonaerense?
-Viene ejerciendo un liderazgo político e institucional desde hace algunos años en la provincia de Buenos Aires, donde todo el mundo reconoce esa autoridad. En la Cámara de Diputados le ha tocado una tarea difícil: conducir un bloque con diversidad absoluta. Ha hecho una gran tarea y ha demostrado ser un hombre de consenso, de sentarse con la oposición y hacia adentro para sacar adelante un montón de leyes. Algunos plantean que Máximo es elegido por su apellido, pero para muchos de nosotros es elegido por las capacidades políticas que ha demostrado en estos años.
-¿Qué han hablado sobre las PASO en las reuniones del PJ?
-No hay una definición al respecto, puedo dar mi opinión. Están quienes dicen que no sería conveniente tener tantas elecciones por la pandemia; otros lo dicen por un tema presupuestario. Basado en nuestra experiencia en Merlo, soy de los que piensan que las primarias le hicieron bien a la democracia.
-¿Se retomó el tema del límite a las reelecciones de intendentes?
-No se ha hablado de eso por la situación que tenemos en los municipios, necesitamos vacunar y que la economía se recupere. En lo personal, naturalmente no me gustaría quedarme demasiado tiempo en el municipio. Pero habría que rever el sistema en la Argentina, hay un montón de funcionarios públicos que no son elegidos y tienen perpetuidad.
-¿Qué opinión le merece la resistencia judicial de Fernando Gray a la llegada de Máximo Kirchner al PJ?
-Soy muy amigo de Fernando, es un compañero que ha trabajado muchísimo para que el peronismo vuelva a gobernar. Muchos de nosotros seguimos hablando con él. No estuvo de acuerdo con las formas. No van a escucharlo hablando mal de Máximo, de Cristina o de Alberto. Hace más foco en las formas que en el fondo. Lo único que espero es que, en algún tiempo, podamos volver a contar con un compañero tan valioso como él.
-¿Cree que podrán acelerar la vacunación en Merlo? El distrito aparece entre los que menor porcentaje de población vacunó.
-Estamos sufriendo el problema que sufre el 98% de los países, que es la poca cantidad de vacunas que llegan a los países que no son potencia. La Argentina es de los que mejor ha trabajado, aunque las vacunas que llegaron están lejos de ser suficientes. Merlo es un distrito muy grande, el 13º de la Argentina, y la cantidad de población a vacunar es muy grande. No alcanza nada de lo que nos hayan podido dar. Cuando se hace la comparación con distritos que tienen muchísimos menos habitantes, quedamos mal parados, vacunando a un menor porcentaje de la población. Pudimos vacunar ya al 80% de los trabajadores de la salud pública y privada. Eso fue un beneficio inmediato, la mitad de las camas de terapia intensiva eran ocupadas por personal de salud. Hoy tengo una sola persona que es trabajadora de la salud en terapia intensiva. Nos gustaría vacunar diez veces más. Para poder lograrlo tenemos que esperar que los laboratorios y el mundo hagan llegar a países como la Argentina mayor cantidad de dosis.
-¿Qué se juega en las elecciones en Merlo?
-Cada elección es una muy buena vara para medir lo que estamos haciendo. Buscamos vacunar, reactivar económicamente y tener clases presenciales al 100%. La obra pública nos está ayudando muchísimo. Hemos recibido en un año casi cuatro veces más ayuda económica del gobierno nacional y de la provincia que en los cuatro años de Cambiemos. Firmé convenios por miles de millones de pesos, tengo muchas obras en ejecución.