En Total News ya habíamos anticipado denuncias por habilitaciones “precarias” para diferentes rubros como asilos, resto, edificios y carbonería donde venderían drogas, según los vecinos. Ahora, el sitio Noticias Graficas, muestra otra complicación del poder local por apropiación del Bingo. TNA
Por: Gabriel Tello
Memoria:
El 1 de abril de 2016, Joaquín de la Torre asumió su último mandato como intendente del municipio de San Miguel. Desde su discurso disparó una fuerte amenaza: “Voy a echar al bingo de San Miguel, por el daño que le ocasiona a nuestros vecinos esta actividad.
Esta frase provocó que los medios nacionales hicieran resonar la noticia por todos lados.
Aquí algunos de los títulos más relevantes para refrescarnos la memoria:
La política online
“De la Torre quiere echar al bingo de Codere de San Miguel”
El Embudo
De La Torre quiere echar al Bingo (CODERE) de San Miguel
El Día (La Plata)
Un intendente no quiere más el bingo en su municipio (Foto de Joaquín de la Torre en la portada.
Diario Democracia:
El intendente Joaquín de la Torre le pidió a Vidal que cierre el Bingo San Miguel.
Podríamos sumar innumerable cantidad de medios de comunicación, que por aquel entonces interpretaban en De la Torre a un cruzado contra la actividad de los bingos, particularmente contra el que funciona en el municipio del cual él es el intendente… desde 2007 de manera ininterrumpida.
Pero nada más alejado de eso. Poco tiempo después de sus dichos, De la Torre, ya siendo ministro de Gobierno de la misma gobernadora a la que… (según sus dichos, los de Joaquín) le pidió que cerrara la sala de juegos, inició, a través de su hermano, Pablo de la Torre, y la Asociación Civil Concordia de la que Pablo de la torre, (Concejal del municipio donde Joaquín era intendente) los trámites para que dicha asociación se convirtiera en la nueva titular de la licencia.
Pero… Pasaron cosas.
La cosa no era tan sencilla… La solicitud que presentó esa Asociación Civil ante el Instituto Provincial de Loterías y Casinos, padecía de cierta “fragilidad”, según lo confiesan los propios funcionarios del organismo.
Esto desencadenó una situación inesperada para el trámite apadrinado por Joaquín de la Torre, lo que convirtió a su intento de apropiación en un dolor de cabeza inesperado.
Al verificar el organismo que el expediente estaba “flojo de legalidad”, el área administrativa inició una circunstancia para resolver a través de ese mecanismo si se daba lugar a la transferencia de la titularidad o no.
Increíblemente, la razón que despertó las sospechas por parte del Instituto fue las condiciones que expresaba la propia Asociación Civil Concordia en los fundamentos donde basaba su solicitud para ser beneficiarios de esa titularidad.
“El cazador cazado”
En su intento de morigerar el impacto negativo en las finanzas de los Bomberos Voluntarios de General Sarmiento (Actualmente Bomberos de San Miguel), a De la Torre, no se le ocurrió mejor idea que presentar un documento, donde la Asociación Civil Concordia, en uso de sus facultades y como nueva titular de la licencia, le cedía a los Bomberos el 50% de lo recibido por el beneficio… O sea, solo se apropian de la mitad del dinero.
Esto disparó una alerta en el área legal del organismo, quienes se preguntaron lo siguiente:
Si en este nuevo escenario que propone la Asociación Civil Concordia, los bomberos pueden recibir el 50% de las utilidades de la licencia, esto implica que podrían tener condiciones también para recibir el 100%, con lo cual, las razones de incumplimientos por parte de Bomberos en las que basó su solicitud la Asociación Civil de De la Torre comenzaban a debilitarse.
Esto desencadenó una situación, donde la empresa Codere, que es la empresa contratada bajo la figura de “tercero contratado” para operar el funcionamiento de la actividad, y la responsable de girar los dividendos al titular de la licencia, tuviera que realizar la apertura de una cuenta especial donde depositar lo producido cada 15 días hasta que se resuelva la situación formalmente por parte del Instituto de Loterías y Casinos.
Resumen:
Desde que De la Torre comenzó con su intento de apropiación, los bomberos dejaron de cobrar. La Asociación Civil Concordia tampoco recibe un peso.
Pero… El tiempo pasa y el dinero está inmovilizado por la actitud de esta gente.
Quién paga los platos rotos?
Si la situación desatada por la intención de la Asociación Civil Concordia no hubiese sucedido, los bomberos hubiesen recibido el dinero en tiempo y forma.
Pero, como el afán de beneficiarse con la titularidad del bingo fue más fuerte para el presidente de la Asociación Civil, esta actitud produjo el siguiente daño concreto:
Sin el intento de apropiación, los bomberos hubiesen recibido en tiempo y forma lo que les correspondía.
Como esto no sucedió, debido a la intervención de De la Torre, si los Bomberos volviesen a convertirse en los titulares de la licencia como antes de la aparición de la Asociación Civil Concordia, si luego del incidente, el instituto de lotería decidiese reintegrar la titularidad, lo percibido habrá perdido sensiblemente el poder adquisitivo del dinero.
Para ser claros.
El precio de la nafta súper en el momento en que se comenzaron a consignar los depósitos por parte de Codere era de $53,40.
El precio hoy es de $90.16.
Si el monto adeudado por estar consignado y congelado fuese de $30.000.000 la cantidad de litros adquiridos en la normalidad del funcionamiento de los aportes sería de unos 561.797 litros. Si el dinero se liberase a favor de los Bomberos en el día de mañana, a los precios actuales, podrían adquirir 332.741 litros de nafta súper.
En esta sencilla cuenta, se puede verificar que el daño se traduce en unos 229.000 litros de nafta súper.
Si valorizamos el perjuicio, hoy representaría unos $20.646.640
Quien debiera hacerse cargo de dicho perjuicio? Claramente el que promovió el incidente.
Con lo cual, la responsabilidad de reparar el daño le correspondería a la Asociación Civil Concordia.
Claro que este es nuestro humilde análisis.
O sea, si Pablo de la Torre, apadrinado por su hermano mayor, Joaquín de la Torre, no hubiesen incurrido en la temeraria acción de intentar apropiarse de esa licencia, hoy no estarían alcanzados por la responsabilidad que probablemente tengan que enfrentar cuando el tiro les salga por la culata.