
Por el deterioro de los salarios y de los ingresos de las familias, además del aumento del número de desocupados y subocupados hay un fenómeno que marca la magnitud de la precarización del mercado laboral: más personas que tienen un empleo buscan activamente otro trabajo. Son los que el INDEC denomina “ocupados o subocupados demandantes”
¿Motivo? Están insatisfechos con el trabajo que tienen por el bajo nivel salarial, por el tipo de empleo o porque trabajan pocas horas y están dispuestos a trabajar más. Son el 18,4% de la población activa o 3.300.000 personas a nivel país.
Con el 32,5%, Córdoba encabeza el ránking de los “ocupados demandantes de empleo”, seguida de Jujuy con el 29,5%. En la Región Metropolitana es del 18,7%. Son 1.298.0000 que viven en Capital y el GBA. Son 210.000 más que a fines de 2017
Así, entre los desocupados, más los ocupados y subocupados que buscan otro empleo o están dispuestos a trabajar más horas, la “presión sobre el mercado de trabajo” se incrementó en los últimos tres años de una manera espectacular: saltó del 27,3% al 37,3% de la población activa, de acuerdo a las cifras del INDEC. Son casi 1,8 millón de demandantes de empleo más.
Esto significa que casi 4 de cada 10 personas activas – que suman hay más de 7.600.000 de trabajadores — “presionan” sobre el mercado de trabajo en la búsqueda de una ocupación que no tienen o de un empleo mejor al de su ocupación actual, pero deben hacerlo en un contexto de parálisis y hasta de caída de la oferta de trabajo. Y eso presiona los salarios más “a la baja” y precariza más las relaciones laborales.
Con la pandemia, esa búsqueda de empleo se contrajo en los meses más duros de la cuarentena -, pero con la flexibilización de las restricciones subió y hacia fin de año con el 37,3% superó los niveles de los años anteriores. A fin de 2019 estuvo en el 34,2%.
Esto significa que de la mano de la recesión, de la pérdida de ingresos –los salarios del sector privado se redujeron un 15% y los del sector público un 20% en los últimos tres años– el mercado laboral muestra un alto nivel de precarización que se refleja también entre los asalariados ocupados, pero informales o no registrados, que suman 4,2 millones.
El Informe del INDEC aclara que en una “gradación menor se encuentran aquellos ocupados que no demandan activamente otro empleo, pero están dispuestos a extender su jornada de trabajo. Ejemplo de estos son los subocupados no demandantes y otros ocupados no demandantes disponibles”.
Fuente Clarin

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