El tema de la semana fue sin dudas el debate en torno a la Ley de Biocombustibles. El régimen de promoción vigente data de 2006 y vence el próximo 12 de mayo, dentro de poco más de un mes. Un sector de la industria venía trabajando en la elaboración de una ley superadora que consideraba, entre otras cosas, un aumento del corte de los combustibles con biodiesel y etanol (actualmente está en el 10 y el 12 por ciento respectivamente). Pero ante la cercanía del vencimiento decidieron ir a lo seguro y pedir una prórroga de la Ley actual.
La prórroga ya fue aprobada en el Senado a fin del año pasado pero su tratamiento en la Cámara baja se dilató. Para el jueves pasado estaba agendado abordar el tema a pedido de diputados de Juntos por el Cambio y otros espacios, pero a la hora de la verdad la sesión cayó por falta de quórum. Entre los ausentes estuvo el bloque oficialista pero también varios representantes de Juntos por el Cambio de las provincias petroleras.
En el medio, una tercera opción impulsada por el oficialismo sorprendió a todos y movió el eje de la discusión. Se trata de un proyecto elaborado por Máximo Kirchner que busca, en pocas palabras, desplazar definitivamente a las grandes empresas aceiteras del negocio de biocombustibles local, reducir el corte mínimo a 5 por ciento para el biodiesel y 7 por ciento para el etanol -sujeto a posibles reducciones- y repartir la cuota entre las Pymes del sector.
El secretario de Energía de la nación, Darío Martínez, afirmó el lunes en la Comisión de Energía y Combustibles que el nuevo régimen debería adaptarse al contexto actual, diferente al de 2006, cuando se pensó la norma vigente y se depositó un fuerte entusiasmo en los biocombustibles como vía de acceso a la energía verde. “Ahora la transición energética tiene otras variables”, dijo Martínez, y mencionó a la electromovilidad, el hidrógeno e incluso al gas “como combustible de transición”.
Las próximas semanas prometen ser movidas, pero los últimos vaivenes dejaron un sabor amargo en las provincias productoras de biocombustibles, sobre todo Córdoba y Santa Fe, que albergan a buena parte de las 54 plantas productoras y temen que un cambio en las reglas de juego desencadene cierre de fábricas y despidos. En la pulseada de lobbys, el sector petrolero parece seguir teniendo un peso considerable.
Es así que las entidades nucleadas en el Foro Empresario de la Región Centro solicitaron que se prorrogue la vigencia de la norma y se mantengan los niveles de cortes actuales, lo que dará tiempo suficiente para debatir con seriedad si se debe hacer alguna modificación a futuro. El Foro considera que ésta es la mejor vía para consolidar los objetivos estratégicos planteados en el 2006 con la incorporación de los biocombustibles a la matriz productiva nacional.
Según las entidades. la discontinuidad de la referida ley no sólo generará un enorme daño a las economías de las provincias productoras, con pérdida de miles de puestos de trabajo, sino que echará por tierra inversiones por miles de millones de dólares realizadas en los últimos 15 años.
“La reactivación de la economía nacional incrementará la demanda de combustibles fósiles, lo que muy posiblemente obligará a incrementar las importaciones con la consecuente salida de divisas. Los biocombustibles, por el contrario, permitirán que el país se independice, aunque sea parcialmente, de los combustibles fósiles; y esa menor dependencia se traducirá en un ahorro de divisas”, dijeron las 58 entidades que firmaron el comunicado.
Además, el corte obligatorio establecido en la ley 26.093 de naftas y gasoil con biocombustibles implica una innegable contribución a la sostenibilidad ambiental, al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero causantes del calentamiento global. La reducción de esas emisiones es uno de los objetivos prioritarios de gobiernos y organismos internacionales; y los biocombustibles son una de las herramientas para conseguirlo.
Mientras tanto, el Ministro de Agricultura Luis Basterra fue consultado sobre el tema esta semana y aseguró que “el Presidente tiene la intención de que los biocombustibles sigan siendo una importante industria en la Argentina”. Luego remarcó: “Si no se encuentra una Ley mejor, iremos a la prórroga”. w
Fuente Clarin