En lo que es una interna que se hizo pública y que refleja la tensión en la coalición gobernante, Cecilia Todesca, vicejefe de Gabinete, desautorizó a la secretaria de Comercio, Paula Español quien había dicho que “no nos va a temblar el pulso para cerrar las exportaciones de carne”. Todesca dijo, sencillamente: “No estamos en ese punto”.
Desde el sector cárnico coincidieron en calificar como amenazas las palabras de Español, cercana al Instituto Patria, sobre un posible cierre de las exportaciones. “Fue una bravuconada en lo que es una estrategia personal para su gente”, puntualizaron.
También saben que detrás de esa declaración hay una intención clara que es extender el programa de precios populares para los cortes de carne más consumidos por los argentinos que se vence esta semana, que fue impulsado por el gobierno con el apoyo de los frigoríficos exportadores.
Todesca, del riñón del presidente Alberto Fernández, la desmintió: “No estamos en este punto, pero tiene que estar normalmente abastecido el mercado interno y a precios razonables”, dijo en declaraciones radiales.
Según fuentes consultadas por Clarín, desde el sector frigorífico exportador remarcaron que hicieron el esfuerzo de resignar plata con la entrega de 6 millones de kilos que el Gobierno puso a la venta a precios con descuentos del 30% desde enero y que desde la parte oficial no cumplieron con los pedidos que les plantearon: bajar las retenciones (hoy pagan 9%), el desdoblamiento cambiario y avanzar sobre la informalidad, principalmente por la subfacturación que realizan algunos establecimientos.
“Genera preocupación. Fue un mal ejemplo lo que dijo Español”, sostuvo Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA).
“El Gobierno va para otro lado, fomentando la apertura de carne a México y la cancillería recientemente promovió las exportaciones”, agregó.
Paula Español, secretaria de Comercio Interior. Foto Federico lopez claro.
El recuerdo sobre las consecuencias negativas que trajo está bien fresco para la cadena. En marzo de 2006, por aquel entonces el presidente Néstor Kirchner anunció el cierre de las exportaciones de carne. Pero no fue total, pero solamente permitieron embarcar carnes procesadas y cortes de alta calidad para la Cuota Hilton.
Así, la Argentina pasó de exportar 750.000 toneladas en 2005 a 200.000 toneladas en promedio en los siguientes 6 años. El país pasó del tercer lugar en el ranking de los mayores exportadores del mundo, con el 15% de la oferta, al puesto 13, reduciendo la participación a tan sólo el 5%. En el medio, cerraron más de 100 frigoríficos perdiendo alrededor de 20.000 puestos de trabajo.
“El desestimulo que generó la caída de precios hizo que se liquidaran los stocks. De 58 millones de cabezas se redujo a 48 millones en tan solo 4 años”, dijo el analista ganadero Víctor Tonelli. “Nunca hubo una ́ caída de esa magnitud en un lapso tan corto”, enfatizó.
Sacando cuentas, se dejaron de exportar 550.000 toneladas en promedio por año por un valor de casi 2.500 millones de dólares anuales.
Luego, con la llegada de Mauricio Macri, las exportaciones de carne volvieron a repuntar hasta alcanzar en 2020 el récord de comercializar al exterior: 900.000 toneladas por un valor de casi 3.000 millones de dólares.
En este caso, representó el 30% del total de carne producido en el país contra el 20% que era años atrás. “No es que se saque carne del mercado interno para exportar, sino que los frigoríficos exportan la vaca a los chinos, cosa que antes no ocurría”, explicó. Tonelli advirtió que pese al cierre subió el precio en el mercado local contrariamente a lo que buscaba por aquellos momentos”. w
Fuente Clarin