Hasta ahora, en el país poco más de 1 millón de personas recibieron la primera de dos dosis de la vacuna.
Tokio adoptó este lunes medidas más estrictas contra el coronavirus, mientras las autoridades japonesas luchan por frenar la propagación de una variante más contagiosa antes de los Juegos Olímpicos y con menos del 1% de las personas vacunadas.
La gobernadora de Tokio, Yuriko Koike podrá imponer horarios de apertura más cortos para bares y restaurantes, castigar a los infractores y compensar a quienes cumplan, entre otras medidas que se mantendrán hasta el 11 de mayo.
Koike pidió a los residentes que eviten viajes no esenciales e insistió en la necesidad de respetar el distanciamiento social.
La gobernadora pidió además a los bares y restaurantes en algunas áreas que cierren a las 20, además de instar a los residentes a tener cuidado mientras el proceso de vacunación se encuentra en una etapa temprana.
“Todavía estamos desarmados mientras luchamos contra el resurgimiento de las infecciones”, dijo Koike.
“Por favor, siga las pautas”, agregó, citada por la agencia de noticias japonesa Kyodo.
Funcionarios de salud también inspeccionarán bares y restaurantes para garantizar que se cumplan las medidas sanitarias y se aumentarán las pruebas en las instalaciones de cuidado de ancianos.
Japón experimentó un repunte en las últimas semanas, incluyendo 2.762 casos en las últimas 24 horas, que enciende las alarmas de las autoridades.
El primer ministro, Yoshihide Suga, visitó un centro de vacunación en los suburbios occidentales de Tokio y se comprometió a hacer todo lo posible para controlar la pandemia.
Japón comenzó su campaña de vacunación con trabajadores médicos, y este lunes la expandió a residentes mayores con las primeras vacunas administradas en aproximadamente 120 lugares seleccionados en todo el país.
Japón hasta ahora mostraba un buen manejo de la pandemia, con menos de medio millón de casos y 9.400 muertes desde que comenzó la pandemia para una población de 126,3 millones.
Sin embargo, experimentó un repunte en las últimas semanas, incluyendo 2.762 casos en las últimas 24 horas, que enciende las alarmas de las autoridades.
Su campaña de vacunación quedó rezagada en comparación a muchas otras naciones debido al suministro limitado de la vacuna Pfizer, la única aprobada en Japón.
Hasta ahora, el país depende completamente de las importaciones de la inyección y poco más de 1 millón de personas recibieron la primera de dos dosis de la vacuna.
Tras la vacunación para los trabajadores médicos y que ahora se centrará en las personas mayores durante el verano, es probable que el resto de la población tenga que esperar hasta julio o más tarde.
Esto hace casi imposible que Japón alcance la llamada inmunidad colectiva antes de que comiencen los Juegos Olímpicos de Tokio, el 23 de julio.
En el país está pendiente las aprobación de la vacuna fabricada por las biofarmacéuticas AstraZeneca y Moderna.
El abastecimiento de suficientes vacunas importadas es una gran preocupación debido a la escasez de suministro y los controles de exportación en Europa, de donde provienen esas vacunas.
Los casos de coágulos de sangre relacionados con la vacuna AstraZeneca también generan incertidumbre.
El ministro a cargo de las vacunas, Taro Kono, dijo que se espera que los suministros se recuperen en mayo y que Japón tenga suficientes dosis de la vacuna de Pfizer para cubrir a los 36 millones de personas mayores del país a fines de junio.
Fuente Telam