A partir de las 20 de este viernes, el Ministerio de Seguridad de la Nación desplegó un importante operativo de control en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA). Llegaron a esta zona del país mil gendarmes de diferentes escuadrones, que llevaron a 8500 el número total de agentes de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria asignados al operativo de protección civil frente al pico de la segunda ola de coronavirus. Así, las fuerzas federales asumieron el control de los principales puntos de acceso y egreso a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
También se montaron controles en zonas claves de la provincia de Buenos Aires. Como, por ejemplo, la avenida Camino Bancalari, en la bajada de la autopista Panamericana. Allí, agentes de Prefectura -muchos de ellos nacidos en el Litoral pero destinados en Buenos Aires- controlaban una fila de vehículos que circulaban luego del horario permitido, en infracción. “Me siento bien de estar en la primera línea, haciendo frente al Covid-19”, dijo un joven cabo de 24 años a LA NACION, durante una recorrida por los principales retenes del conurbano.
Los agentes realizarán controles sorpresivos, también habrá retenes en puntos fijos, y actividades de asistencia y seguridad ciudadana. “Los controles serán dinámicos y no estarán siempre en los mismos lugares”, dijo un vocero oficial, quien también indicó que el diálogo -por el despliegue de un nuevo operativo- entre funcionarios de la Capital, provincia de Buenos Aires y el Ejecutivo se desarrolló sin ningún tipo de inconveniente o contratiempo.
En principio, este viernes se impuso una línea de tolerancia racional, y no se preveía la incautación de vehículos (aunque sí se produjo), ni la detención de personas que circularan fuera del horario permitido, a menos que se resistieran al control. En esa línea, el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, dijo a LA NACION: “La ciudadanía está acostumbrada al trabajo de las fuerzas de seguridad. Desde que comenzó la pandemia no hubo mayores problemas. Los agentes federales van a trabajar con firmeza pero con razonabilidad”.
La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, recorrió durante la noche del viernes los controles. En una entrevista con este diario, confirmó que encontró a los agentes federalesmotivados, descansados, con buen ánimo. Y agregó: “Vemos que la gente entiende la decisión del Presidente, que es sensata, de cuidado para todos”.
Frente a este gran despliegue, aseguró el secretario Villalba que también se reforzaron los lineamientos internos para llevar al mínimo la posibilidad de que se registren nuevos casos de violencia institucional. Ocurre que, sobre el final del año pasado, intelectuales, organismos de Derechos Humanos y hasta funcionarios se mostraron sumamente preocupados por la repetición de mortales casos de violencia policial, en las calles y en las cárceles, tal como consignó LA NACION, ocurridos en operativos para garantizar el cumplimiento del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), durante 2020.
Respecto de los controles en las principales rutas vehiculares desplegados anoche, durante una recorrida de este diario por autopista Richieri -a la altura del Mercado Central- la Policía Federal informó oficialmente en ese retén que el acatamiento de las medidas de restricción fue alto, y que gradualmente -en el transcurso de la noche- se incautaron algunos automóviles, de personas que no regresaban del trabajo, ni tenían motivos para estar en las calles.
También se desplegó un importante retén de la PFA en el Puente de la Noria donde, a última hora del día el tráfico vehicular todavía era alto, y detectives supervisaban automóviles con apoyo de patrulleros y motos, mientras los últimos colectivos vacíos salían de la terminal y se alejaban por la autopista General Paz, sobre el río Matanza-Riachuelo.