La mujer, de 73 años, atendía sola un local especializado en arreglos de relojes antiguos en la zona del parque Saavedra de La Plata. El jueves -se presume al mediodía- la asaltaron, la golpearon y sufrió un ACV. Después de tres días de agonía, murió en la sala de terapia intensiva del hospital San Martín.
La muerte de Graciela Haydée Lasca provocó conmoción en esa zona del centro de la capital bonaerense.
La comerciante hacía 50 años que dirigía esa relojería-joyería, ubicada a tres cuadras de la sede de la DDI La Plata, y todavía no está claro cómo fue el ataque que terminó de manera trágica.
La denuncia la hizo su hijo, Flavio Altomare (43), quien encontró a su madre atada a una silla y caída en el medio del local, el jueves poco después de las 16.
El posteo de una nieta de Graciela Lasca (73), quien murió tras un asalto en La Plata.
El hombre vive con su familia en una propiedad vecina al comercio. De acuerdo con los primeros informes periciales, Lasca tuvo un golpe severo en la cabeza, tal vez porque se cayó de la silla en la que la había sujetado y se golpeó con el piso.
Altomare dijo que, cuando la encontró, respiraba con dificultad y estaba inconsciente. Una patrulla de la comisaría primera de La Plata la trasladó hasta el centro asistencial.
La internaron con un cuadro gravísimo: estuvo en coma, con respirador artificial y un diagnóstico de cuadro clínico irreversible.
“Estamos esperando que nos llamen para darnos la noticia que nunca quisiéramos escuchar”, había declarado a un medio platense el hijo de la comerciante.
El negocio de Lasca está ubicado en 62 entre 14 y 15. No es una zona netamente comercial. Es un negocio de barrio, pero muy tradicional.
“Acá la conocíamos todos. Hace décadas que se encarga de ese rubro que es muy específico”, declararon vecinos de la víctima.
Como no hay otros locales, tampoco hay muchas cámaras de seguridad en esa cuadra. No obstante, los investigadores intentarán encontrar alguna imagen de filmaciones de otras viviendas.
Analizan un video
Una captura del jueves a las 12.22 detecta a un hombre que corre con un maletín por una calle cercana. Intentan definir si podría tratarse del ladrón que agredió a Lasca.
Por ahora no saben si fue uno o varios los atacantes. La jubilada atendía mediante el sistema de timbre. La puerta sólo se abría cuando ella consideraba que era confiable el eventual cliente. Tampoco hay certezas sobre lo robado: “Ella hacía la caja y era la única que sabía cuánto dinero había”, contó su hijo.
Todos los días, la mujer abría temprano y cerraba al mediodía. Después de las 16, retomaba la actividad hasta el anochecer. “Nosotros le decíamos que cerrara, que no tenía necesidad de trabajar. Pero ella quería seguir, porque no podía estar sin trabajar”, se lamentó Altomare.
Lasca era viuda y todos los días recorría unas 30 cuadras desde su departamento hasta el local, manejando su propio auto. Era una rutina que repetía desde hace años y que no quería abandonar.
“Lo que no entiendo es por qué tanta violencia. Mi madre no debió resistirse. Podrían haberla encerrado en el baño, pero la ataron y le provocaron la muerte”, advirtió Altomare.
Desde que comenzó 2021, en La Plata murieron siete personas en situaciones de inseguridad. Cuatro eran víctimas de robos o asaltos, como Lasca. Tres eran presuntos delincuentes.
EMJ
Fuente Clarin