Alejo Ramos Mejía, de profesión abogado en la Ciudad de San Carlos de Bariloche, ex Concejal y actual Legislador electo por el Frente de Todos y recientemente en las filas del Frente Renovador de Sergio Tomas Massa, siente un particular orgullo; Allí en la escalera de acceso al primer piso del Colegio Público de Abogados una imagen suya posa orgullosa para quien accede al mismo.
Nada es poco para quien accedió a las mieles del poder de la mano de la temible María Eugenia Martini, ex Intendenta y actual jefa de bloque del FDT en la legislatura rionegrina.
Acostumbrado a nunca a enfrentar a la militancia, siempre dijo a quien pudiera oírlo que él no hacía política desde el ‘Pobrismo”. Si, se lo ve seguido en el mismo Cerro Catedral que el ayudo a entregar por 30 años sin llamado a licitación, avalando un negociado del Senador Weretilneck, apoyado por Sergio Tomas Massa, en una reunión que mantuvieron en Tigre junto a Sebastián Trappa, dueño de Vía Bariloche.
Pero este acto ominoso que deberá juzgarlo en su momento la justicia, es solo una parte de su personalidad, la otra, la que esconde, es la de un acosador, que durante más de un año ejercicio violencia psicológica contra una joven, que reside en el Interior del país y por motivos profesionales entro en el radar de la perversidad de Ramos Mejía
La joven A.S., vivió durante meses bajo el acoso constante del legislador del FR, quien le pedía que viajara a Bariloche, o Viedma; La perversidad y la manipulación de Ramos Mejía llegó a su cenit cuando le llegó a dedicar una pseudo carta de suicidio, lo que llevo a la joven a un estado de pánico por la que tuvo que ser tratada.
Ramos Mejía, utilizo a sus hijos en chats, para hablarle de cuan bellos eran, elogiaba sus figuras, esperando una respuesta de la joven.
La política en este caso no es inocente, la jefa de Bloque del FDT estaba al tanto de la situación, y como cuando lo encubrió durante el escándalo por la entrega del Cerro Catedral, hizo todo lo posible para que estos hechos no fueran del dominio público.
La joven A.S. es víctima del legislador, Alejandro Ramos Mejía, quien habría sido encubierto por su otrora jefa y mentora, María Eugenia Martini.
En esta primera entrega, publicamos parte de los chats en los que Alejo Ramos Mejía muestra un alto nivel de obsesión.
Al parecer, según fuentes cercanas a la víctima, llego a sentirse orgulloso de rodearse con sus pares en la creencia que la ley a él nunca lo alcanzaría, hasta ahora.