Casi como nunca antes desde que asumió la jefatura de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta se involucró durante la última semana en una contienda política y judicial que lo obligó a dejar de lado la impronta moderada. Con varios frentes en la Justicia que marcan por estas horas con la Casa Rosada, Larreta convocó a lo largo de la semana, en varias oportunidades, a sus asesores jurídicos.
Las consultas lo llevaron a plantear la inconstitucionalidad del DNU firmado por el presidente Alberto Fernández en la Corte Suprema y a desoír el fallo federal firmado el martes pasado por el juez contencioso administrativo Esteban Furnari, con el objetivo de garantizar la continuidad de las clases presenciales en las escuelas porteñas y ganar la batalla política contra el kirchnerismo.
El martes a la noche, después de que se conociera la resolución de Furnari, Larreta activó una reunión de urgencia con su mesa chica de colaboradores –Diego Santilli, Felipe Miguel y Fernando Straface, entre otros- y a sus principales espadas jurídicas. A la convocatoria asistieron el procurador general porteño, Gabriel Astarloa; el secretario de Justicia y Seguridad, Marcelo D’Alessandro; y el subsecretario de Justicia, Jorge Djivaris. También estuvo el legislador porteño Martín Ocampo, del riñón de Daniel Angelici, otro interlocutor habitual de Larreta. “¿Cuáles son los escenarios? ¿Qué implica ajustarse a Derecho?”, inquirió el jefe de gobierno apenas arrancó el encuentro.
Roles
Los guardianes jurídicos de Larreta suelen asumir distintos roles. Astarloa, quien compitió en 2011 como candidato a concejal de la lista de Francisco De Narváez en Tigre, jugó un papel protagónico durante la última semana. No solo fue el encargado de coordinar la estrategia judicial de la Ciudad, sino que también fue uno de los voceros designados por Larreta para explicar la decisión de desoír el fallo de Furnari.
A su vez, Astarloa tuvo un rol central en la representación del distrito porteño ante la Corte por el conflicto de los fondos de coparticipación. “Pero no más que eso, no opera temas relacionados con la política”, dijo una fuente de altísima confianza del jefe de gobierno porteño a LA NACION.
Djivaris -del círculo de Miguel- también participó activamente de los debates internos por la pelea judicial contra la Casa Rosada. Con pasado en el Poder Judicial, el exprocurador General de Asuntos Institucionales y Empleo Público porteño suele ser consultado sobre causas locales. “Es una voz importante entre los asesores judiciales”, apunta una fuente de Pro. Por eso, junto a Astarloa, salió a defender en los medios la decisión de Larreta de mantener las clases presenciales, pese al fallo en su contra. En el núcleo duro del larretismo creen que podría escalar en el tablero del gobierno porteño en el mediano plazo.
El equipo de asesores jurídicos habituales de Larreta lo completa D’Alessandro, funcionario clave del área de Seguridad, quien tiene vínculos aceitados con algunos jueces de los tribunales federales de Comodoro Py, en especial con María Servini. Por esos lazos, D’Alessandro, exdiputado del massismo, tiene mucho conocimiento del mundillo judicial.
Entre los asesores periféricos figura Francisco Quintana, vicepresidente primero del Consejo de la Magistratura porteño, quien estuvo muy activo durante el fin de semana pasado, antes de que se conociera el fallo de la Sala IV de la Cámara de apelaciones porteña. Quintana suele ser consultado por causas que se tramitan en la Justicia local y que interesan a la gestión. Ocampo, quien preside la comisión de Justicia de la Legislatura, aconseja a Larreta en materia jurídica en casos puntuales. “Yo tengo los dos gorros: el académico y el político”, suele bromear Ocampo, exministro de Seguridad porteño y armador político de Angelici.
Otra interlocutora frecuente de Larreta en temas ligados a la Justicia es Genoveva Ferrero, administradora judicial de la Ciudad. Como Quintana, Ferrero fue muy consultada el fin de semana en que Larreta recibió el aval de la Cámara de Apelaciones para continuar con la presencialidad escolar.
Aunque tiene su equipo de abogados, en Uspallata remarcan que se reúne todas las semanas con el exministro de Justicia bonaerense Gustavo Ferrari, a quien tiene como asesor externo.
Asesores externos
Ferrari, según reconstruyó este medio de fuentes oficiales, le aconseja a Larreta que tenga prudencia en la toma de decisiones institucionales y evite un traspié que dañe su perfil presidencial. “Gustavo tiene buen vínculo con varios miembros de la Corte”, comenta una de las espadas judiciales de Larreta.
El alcalde porteño también habla con frecuencia con Germán Garavano, exministro de Justicia de Mauricio Macri. De hecho, Garavano charló con Larreta y su equipo durante los últimos días para transmitirles su análisis del fallo de Furnari. “Claramente es un fallo a favor del Gobierno, pero sin jugar en serio”, fue el mensaje que llegó a la cúpula de la administración porteña. El exfuncionario de Cambiemos, quien le advirtió a Larreta sobre las consecuencias penales de desoír el fallo de Furnari eran “inevitables”, suele ser consultado por el alcalde en temas vinculados a Comodoro Py o la Justicia Federal.
Para abordar el conflicto con el gobierno nacional por el recorte de los fondos coparticipables, el equipo de Larreta abrió el juego para afuera: fueron consultados, sobre todo el año pasado, el exprocurador del Tesoro Bernardo Saravia Frías y el abogado Alberto García Lema.
Operadores del larretismo
Santilli es asiduo interlocutor de Juan Manuel Olmos, el asesor de Fernández con gran incidencia sobre la Justicia porteña. Quienes reconocen la posibilidad de que Santilli sea candidato en las legislativas de este año señalan que esta fue una semana clave para los que se ilusionan con que se libere su cargo.
Los teléfonos del equipo de Rodríguez Larreta sonaron sin parar: un puñado de abogados constitucionalistas y penalistas ofrecieron sus servicios a la Ciudad.
El consultor Guillermo Seita también es uno de los operadores del larretismo, especialmente por sus terminales en la Corte. Seita, de buen vínculo con Ricardo Lorenzetti, dialoga seguido con el alcalde porteño.
Pese a los cálculos larretistas y a las variadas consultas, los movimientos de la última semana, sobre todo el haber desoído el fallo judicial del juez Furnari, le costaron a Larreta unas cuantas denuncias en los tribunales de Comodoro Py. Se lo acusa por “resistencia o desobediencia a funcionario público, abuso de autoridad y violación de medidas contra la propagación de una epidemia”.
Varias de las denuncias se acumularon en los juzgados de Julián Ercolini y Servini. Quien cuida las espaldas de Larreta en el fuero penal es su abogado Mariano Mendilaharzu.