Dos hermanos fueron detenidos en el partido de Tigre acusados de haber participado en el asalto que sufrió en marzo el ex jefe del Ejército Argentino, César Milani (66).
Los acusados fueron identificados como Sebastián y Ariel Vivas. Según las fuentes judiciales, los hermanos fueron apresados cuando se movilizaban en un auto Citroen C3 por la calle Arenales al 2900, en Benavídez, partido de Tigre.
Los agentes de la DDI de San Isidro allanaron, a pedido de la fiscal de Boulogne, Paula Hertrig, las casas de los sospechosos, donde secuestraron una pistola calibre 9 milímetros, una pistola calibre. 380 con pedido de secuestro por haber sido robada, una pistola de Fabricaciones Militares calibre 11.25, municiones y teléfonos.
La sospecha de los investigadores es que los detenidos, junto a otras dos o tres personas, participaron a principios de marzo último en el robo a la casa de Milani en el exclusivo barrio de La Horqueta, en San Isidro.
Los detenidos quedaron ahora a disposición de la fiscal Hertrig, quien los indagará en las próximas horas.
El robo
El asalto al ex jefe del Ejército ocurrió el pasado 2 de marzo en su casona ubicada en O’Higgins 3636.
Se trata de la misma propiedad de 1.150 metros cuadrados que Milani adquirió en 2010 y por la que fue procesado por “enriquecimiento ilícito”. La causa fue elevada a juicio oral en 2017 y aún no tuvo veredicto.
En ese momento, al menos cinco ladrones armados bajaron de un Volkswagen Gol gris y entraron a la propiedad aprovechando que el portón estaba abierto por reformas.
Milani había salido a la vereda para hablar con el contratista a cargo de las refacciones y adentro de la casa estaban su esposa, la empleada doméstica y seis obreros.
La casa de César Milani, ex jefe del Ejército, donde fue asaltado.
Los asaltantes obligaron a todos a encerrarse en una de las habitaciones de la casa y se apoderaron de dinero, objetos de valor y de dos armas del exjefe del Ejército: una pistola Browning calibre 9 milímetros otorgada por esa institución y una semiautomática calibre 40.
“El portón estaba abierto porque estaban haciendo refacciones. Entraron primero tres o cuatro personas, yo justo salí a la vereda y aparecieron una o dos más que nos metieron adentro”, contó Milani a los periodistas en esa oportunidad.
“Estuvieron aproximadamente 15 o 20 minutos, estaban todos fuertemente armados, con armas importantes”, detalló el militar y agregó que lo primero que pensó es que lo querían secuestrar.
“No era un grupo cualquiera, eran profesionales, actuaron como una especie de grupo comando; huelo que atrás de esto hay personal de una fuerza de seguridad, posiblemente alguna fuerza de seguridad que esté en alguna situación anómala o fuera de la fuerza”, dijo Milani en diálogo con los medios que se acercaron a la puerta de su casa.
Luego sumó sospechas. “Aparentemente no solo habría ex integrantes de la Policía de la Provincia, sino ex integrantes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que ya me espiaron a mi en la cárcel. Me espiaron a mí, a mi familia, a mis hijos, a mi mujer, sus teléfonos. Me pusieron micrófonos para escuchar mis diálogos con mis abogados. Cuando yo fui absuelto espiaron al tribunal, todo por orden de (Silvia) Magdalani y (Gustavo) Arribas (responsables de la Agencia Federal de Inteligencia durante el gobierno de Mauricio Macri). Espiaron al tribunal antes, durante y después del juicio”, dijo el ex jefe del Ejército.
Sin embargo, fuentes judiciales aclararon que no hay ningún elemento que avale esa hipótesis y que todo hace indicar que se trató de un hecho de inseguridad “al voleo”.
Fuente: agencias.
LM
Fuente Clarin