La Organización de Estados Americanos (OEA) resolvió condenar este martes en Washington la detención arbitraria por parte del gobierno de Daniel Ortega de 13 líderes opositores y candidatos presidenciales en Nicaragua, una decisión que la Argentina no acompañó porque prefirió abstenerse.
El Consejo Permanente del organismo fue convocado a una sesión virtual extraordinaria para tratar la situación de Nicaragua, a pedido de Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Perú y Paraguay, otro signo de la fuerte presión internacional que pesa estos días sobre el país dirigido desde 2014 por Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
La votación de la resolución fue de 26 países a favor, 5 abstenciones (Argentina, México, Honduras, Belize y Dominica) y 3 en contra (Nicaragua, San Vicente y Granadinas y Bolivia).
El gobierno nicaragüense arrestó en los últimos días a 13 figuras relevantes de la oposición entre las que figuran Dora María Téllez, una de las rebeldes clave del sandinismo de fines de los 70 en Nicaragua, y otros disidentes sandinistas y antiguos aliados de Ortega como el general retirado Hugo Torres y Víctor Hugo Tinoco, que fue vicecanciller entre el 79 y el 90. Con ellos ya son 13 los detenidos en las últimas semanas, incluidos cuatro candidatos a las elecciones presidenciales del próximo 7 de noviembre que ahora han quedado inhabilitados.
La mayoría está acusada de conspirar contra la independencia, soberanía y determinación de Nicaragua” y de “incitar a la injerencia extranjera”. Pero otros países de la región y en Europa las consideran “arbitrarias”, violatorias de los derechos humanos y una maniobra de Ortega para eliminar a la oposición de cara a los próximos comicios, una actitud similar a la del régimen chavista en Venezuela.
El tema es muy sensible para la Argentina, que se ha resistido a condenar los arrestos de opositores en Venezuela (la OEA denunció que desde 2014 hubo más de 15.000 detenciones arbitrarias). En cambio, la posición de nuestro país sobre Nicaragua, donde el kirchnerismo tuvo menos relación, estuvo siendo analizada muy detenidamente, dado que es un tema importante en este momento para el gobierno de Joe Biden y su política sobre los derechos humanos en la región.
El Gobierno dudó hasta último momento sobre su voto. Una señal la dio el lunes México, un país que suele votar en línea con Argentina, el lunes, que expresó que seguía “con preocupación” las recientes detenciones. La Argentina, en cambio, no dio pistas.
Para Estados Unidos el tema es importante en su política de la promoción de derechos humanos en América latina. De hecho, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, llamo al canciller Felipe Solá el viernes para que acompañara a su país en la resolución en la OEA.
También la situación en Nicaragua fue tema de conversación en las diversas reuniones que mantuvo el jefe de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, que está aquí en Washington como el más alto funcionario del gobierno de Alberto Fernández que ha visitado Estados Unidos hasta el momento. Massa se ha visto con representantes de la Casa Blanca, del Departamento de Estado y congresistas demócratas y republicanos y el tema de los derechos humanos estuvo siempre en la agenda.
La resolución aprobada pide “condenar inequívocamente el arresto, acoso y restricciones arbitrarias impuestas a los posibles candidatos presidenciales, a los partidos políticos a los medios de comunicación independientes y pedir la inmediata liberación de los posibles candidatos y de todos los presos políticos”.
Además, expresa una “grave preocupación porque el gobierno de Nicaragua no haya implementado, a partir de mayo de 2021, reformas electorales acordes con las normas internacionales previstas, a fin de garantizar que las elecciones de noviembre sean “libres y justas”.
También, insta “enérgicamente al gobierno de Nicaragua a que, sin demora, implemente medidas legislativas y de otro tipo que sean acordes con las normas internacionales aplicables” para unas elecciones y justas, y que reciban “observadores electorales fidedignos de la OEA y otros países”.
Fuente Clarin