Uno de los ocho presos que el domingo escaparon de la cárcel santafesina de Piñero se entregó ante la Policía y ya suman cuatro los recapturados, informaron fuentes judiciales.
Además, una mujer y un hombre que iban en el automóvil en el que el lunes recapturaron a dos de los detenidos fueron acusados por encubrimiento y portación ilegal de armas.
La fuga de la Unidad Penitenciaria 11 (UP11) de Piñero se produjo el domingo a la tarde cuando un grupo de personas, al menos tres, cortaron un alambre perimetral con una amoladora e ingresaron a los tiros al penal, permitiendo la fuga de ocho detenidos.
Tres de ellos fueron recapturados el lunes y un cuarto, Ezequiel Romero (20), involucrado en un caso de homicidio, se entregó este mediodía en la sede de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Policía rosarina.
Voceros de la investigación explicaron a Télam que el domicilio de Romero fue allanado este mañana, y luego del mediodía el prófugo decidió presentarse en la AIC.
Este joven está imputado con prisión preventiva por un hecho de homicidio, y esperaba el inicio del juicio en el penal de Piñero.
Mientras tanto, el fiscal que investiga la fuga, Franco Carbone, imputó a Joel Rojas, Sergio Cañete y Alejandro Schmittlein por evasión agravada y otros delitos.
A los dos primeros también los acusó por portación ilegítima de arma de fuego de guerra agravada por registrar antecedentes penales contra las personas.
En la misma audiencia, el fiscal imputó a las dos personas que iban en el mismo auto en el que recapturaron a dos de los presos, identificadas como Elisabeth Álvarez y Rodrigo Leonel Gramajo.
Ambos fueron detenidos el lunes alrededor de las 0.40 en un Honda Civic color azul en la localidad de Pérez, lindera con Rosario hacia el oeste, en cuyo baúl iban armados Rojas y Cañete.
Una pistola 9 milímetros secuestrada en el procedimiento era de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, indicaron los voceros.
La Policía había intentado identificarlos a pocos kilómetros del lugar, sobre la ruta provincial 14 en inmediaciones de la localidad de Soldini, y se produjo una persecución hasta el barrio Cabín 9 de Pérez donde fueron detenidos, detalló el fiscal.
Según Carbone, la fuga fue “parte de un plan común y previamente organizado, contando para ello con el apoyo externo de un número de personas aún no identificadas”.
De acuerdo a la acusación, al menos tres –con capuchas y uno con una careta de goma- cortaron un alambrado perimetral del penal con una amoladora e ingresaron al predio, donde comenzaron a disparar contra las garitas del personal penitenciario.
“Luego de 200 metros aproximadamente, y tras haber sobrepasado cuatro de las garitas antes mencionadas, se apostaron debajo de la garita número 5 del Módulo D, y mientras dos de ellos continuaban efectuando disparos contra el personal policial, el restante realizó un corte con la amoladora en el segundo cerco perimetral”, sostuvo el fiscal y agregó que luego cortaron un tercer tejido.
Finalmente, ocho reclusos se fugaron en un Peugeot 308 en el que habían llegado quienes dieron el apoyo externo al plan de evasión.
La principal hipótesis de los investigadores es que el organizador de la fuga fue Claudio “Morocho” Mansilla, un narco de 38 años involucrado en tres asesinatos.
El fiscal solicitó ayer la captura internacional de cinco evadidos –aunque Romero se entregó este miércoles- al entender que Mansilla podría intentar escapar a Paraguay, país en el que mantiene contacto con personas vinculadas al tráfico de estupefacientes, indicaron voceros de la causa.
La jueza penal Paula Álvarez tuvo por formalizada la audiencia imputativa de esta tarde y dictó prisión preventiva efectiva por dos años para los cinco imputados.
Fuente Telam