Por Nicolás Sanz
El vacunatorio Vip fue quizá el botón de muestra de la irresponsabilidad y la falta de empatía de un Gobierno inoperante, corrupto e insensible, cuyos protagonistas creen tener mayor trascendencia que cualquier ciudadano de a pie.
Tras una de las cuarentenas menos eficaces del mundo, dato que se desprende al comparar la duración y rigidez de la misma con la cantidad de fallecidos, la esperanza del oficialismo para recuperar la confianza perdida durante esos meses era el plan de vacunación.
Sin embargo, el Gobierno arruinó esa carta de la manera más bizarra posible: vacunando a los propios, a todo aquel al que se pudo. Desde desconocidos militantes de La Cámpora hasta al ex presidente Eduardo Duhalde.
Pero ser una Very Important People para este Gobierno tiene múltiples beneficios, más allá de la vacunación. Este lunes pudo verse al ex ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, eyectado por el escándalo de la vacunación Vip, volviendo a Argentina.
Ello se da en un marco en el cual miles de argentinos se encuentran varados en alguna parte del mundo, sin poder entrar al país y sufriendo el escarnio público por parte de férreos seguidores del oficialismo, como es el caso de Úrsula Vargues.
El accionar de la conductora es emblemático, ya que sentenció duramente a los varados, sobre todo a aquellos que se encuentran en Miami. “¿Te fuiste? ¿Pensaste que eras superior? A Argentina no entrás”, fue uno de los tuits que publicó.
“Deseo que no vuelvas al país. Quedate lavando platos en Miami. Y no se te ocurra volver”, expresó en otro posteo. Una digresión al respecto: Vargues vacaciona en Miami y así quedó plasmado también en su cuenta oficial de la red social Twitter a principios de 2020.
Al margen de lo recién mencionado, el ex ministro de Salud llegó al país, escoltado por seguridad privada y aún no se sabe con exactitud si se realizó un hisopado al ingresar a Argentina. La pregunta es: ¿Cómo hizo Ginés para regresar si hay hasta 5 meses de retraso para aquellos que quieran volver a pisar suelo argentino? La respuesta es sencilla: es VIP.
Pero es tan Vip que increíblemente, tras cometer el peor acto de corrupción posible, sigue viajando y siendo protegido por el Gobierno que supo regalarle un Ministerio.
Ello deja a las claras, no solo la impunidad con la que gozan puntuales personajes ligados a la política, sino también que la ley no se aplica para todos por igual, es que hay algunas personas más importantes que otras.
Tal es el caso de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien fue intervenida en el hospital Universitario Austral de Pilar por un tumor benigno que tenía en el cuello, y apareció en una foto con la vicepresidenta Cristina Fernández y el equipo médico.
Esta imagen es realmente elocuente porque demuestra lo lejana que está la política de la realidad social. Son varias las cosas para destacar: son miles de argentinos los que tuvieron que vivir una situación terrible al no poder visitar a un familiar o amigo mientras se encontraba internado durante este último año y medio.
Otra cuestión que generó repudio fue ver a los cinco participantes de la foto sin distanciamiento social ni barbijo. ¿En dónde ocurre que un médico se acerque a un paciente sin los cuidados que demanda la pandemia del coronavirus?
También fue muy criticado el hecho de que, siendo defensora de los servicios públicos y del Estado presente, haya sido operada en una clínica privada. Ello llevó a que se haga una comparación con Lara, la joven de 22 años que murió en un hospital público luego de esperar durante horas una cama para ser internada.
Se ve que en Argentina ahora tenemos hasta enfermos Vips. Pero no es algo que sorprenda, ya que durante toda la pandemia se han podido observar gestos del propio presidente Alberto Fernández que no se condicen con lo que el propio Gobierno le pide a la población.
Reuniones, asados, viajes, visitas, abrazos, etcétera. Todas las medidas sanitarias, absolutamente todas, fueron incumplidas por el jefe de Estado.
En fin, hoy en la nación Gobierna un conjunto de personas que se siente superior al resto, gente que cree que debe ser vacunada o que debe tener privilegios solo por ser quién es o estar dónde está.
Lo dejó clarito el procurador del Tesoro, Carlos Zannini, quien dijo ser personal de salud para vacunarse –aunque no lo sea- y quien redobló la apuesta tras ser criticado: “Me arrepiento de no haberme sacado la foto”, dijo con sobrada altanería.
El Gobierno es, al fin y al cabo, Vip. Pertenecer tiene sus privilegios.
Fuente Tribuna de Periodistas