Saque y red
Un dato que circula en los pasillos del poder nacional es que Martín Guzmán es un deportista talentoso. El economista discípulo de Joseph Eugene Stiglitz es un hombre formado -desde su Licenciatura en La Plata hasta un post doctorado en Columbia- pero también un joven ducho para los deportes. Y a sus 38 años, no deja de practicarlos con intensidad, más allá del stress que genera la gestión del Ministerio de Economía en la Argentina: Guzmán se destaca como versátil en el fútbol, el tenis y el paddle, el que ha jugado en Chapadmalal con el presidente Alberto Fernández. Pero el último viernes, varios habitués de un exclusivo club tenístico se vieron sorprendidos al verlo, muy temprano, jugando un intenso partido de tenis en el Vilas Racket, ubicado en una coqueta zona de Palermo y lugar de reunión de varios tenistas profesionales. Y un dato más llamativo aún fue que el partido lo jugó con el mismísimo Gastón Gaudio.
Alberto Fernández y Martín Guzmán. Foto Twitter.
El tema no es que se haya enfrentado al revés delicioso del ex campeón de Roland Garros 2004 sino que este tenista fue también un animador de varias tenidas deportivas en los tiempos macristas (visitaba en Casa Rosada al secretario General Fernando De Andreis) y vinculado -en su rol de empresario- en negocios con Qatar. Lo sugerente del cruce tenístico (que ganó Gaudio por 6-4 y 7-6) es que sucedió un día después del paso de Cristina Kirchner por Lomas de Zamora, donde con un duro discurso, la vicepresidenta volvió a marcar la cancha en términos económicos, criticando fuerte al FMI y hablando acerca de la negociación por la deuda contraída en tiempos de Cambiemos. ¡Qué mal la estoy pasando!
Gastón Gaudio
Rosca PRO
Finalizada la discusión sobre la eventual postulación de Patricia Bullrich en la Ciudad de Buenos Aires, todas las miradas se posan hoy en día en la sede porteña de Gobierno, ubicada en la calle Uspallata, del barrio de Parque Patricios. Pero no todo pasa por las oficinas del negociante mayor, el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, sino que varios de sus colaboradores más cercanos no frenan de animar tertulias políticas. Un ejemplo de eso se vio esta semana cuando, en los pasillos de la Jefatura de Gobierno, se cruzaron desde el cordobés Héctor Baldassi hasta el porteño Álvaro González, quien se encuentra participando de la negociación en Santa Fe, donde jugarán el economista Luciano Laspina hasta la mediática Amalia Granata. Por eso, no resultó raro ver pasar -cerca de las oficinas de los influyentes Fernando Straface y Eduardo Macchiavelli- a Luis Rosales, hombre de confianza de José Luis Espert. Reivindicando la rosca…
Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, en Palermo, un día después de negociar que la presidenta del PRO bajara su candidatura. Foto Twitter
A Rusia con amor
Mucho se habla de la trajinada negociación del gobierno argentino con los funcionarios de la República Rusa por las vacunas y de lo intensos que son los cruces cada vez que hay que enviar un avión de Aerolíneas Argentinas a buscar nuevas dosis. Pero hay un dato que pesa más que mil gestiones en la relación con los rusos: un empresario que viaja recurrentemente a Moscú transporta un elemento vital para ablandar a los duros hombres de la administración de Vladimir Putin: “Mueren por los alfajores Havanna”, desliza el argentino que no se sube al avión sin unas cajas de los afamados postres dulces argentinos. ¡Dobro pozhalovat’!
Alfajores de chocolate. Foto @mica.brogna.
Enigmático
Para cerrar, nos vamos con un “Enigmático”, esto es una especie de adivinanza sobre un dato político que produce escozor en la Casa Rosada. “Dicen” que un funcionario de alto rango no es muy amigo de las mañanas y que a varios y varias les cuesta encontrarlo a horas tempranas. Y que al hombre no hay manera de hacer que se despierte antes de las 11 de la mañana, más allá de sus responsabilidades. Que serán más desde ahora pues su rol tiene mucho que aportar a la campaña electoral por venir. Qué misterio…
Fuente Clarin