Por Daniel Romero
Tal vez sea demasiado pronto para este enunciado, pero sin duda, algo está pasando.
El régimen de la isla que desde hace 62 exporta violencia, terrorismo asociado al narcotráfico disfrazándolo de “revolución”, hoy ve y siente el temblor desde la base de su misma sociedad que reacciona y busca desterrarlo.
La dictadura cubana comenzó a tambalear una vez caída la Unión Soviética, el 9 de noviembre de 1989, día icónico de la caída del muro de Berlín y comenzó a tomar nuevos aires, diez años después con la llegada de Hugo Chávez al poder en Venezuela. Claramente esta es una simplificación de los hechos, pero es solo a efectos de ponernos en situación.
Sin duda parasitar a Venezuela fue un gran aventón para los Castro. Apuntan a lo mismo para con Argentina? Es posible.
Los cubanos salieron a la calle al grito de Patria y vida, frase contraria a la acuñada por Fidel Castro, Patria o Muerte, con la que infecto a la región y particularmente Argentina, de la mano y la influencia de quien hoy su retrato, mostramos en un contenedor de basura, aparentemente en una calle de La Habana.
El dictador Díaz Canel, títere de Raúl Castro, fue puesto allí para mostrar una cara diferente hacia afuera, pero para poder continuar con su historia de crimen y terror. Sin duda, modelo aprendido por Cristina Kirchner durante sus viajes a la isla con la excusa de visitar a su hija allí “internada” por una “dolencia” que supero, una vez que su madre logro colocar a Alberto Fernández en la Rosada con los hilos conectados a su despacho en el Senado. El modelo es calcado, o sugerido?
Hace pocas horas, renuncio el Vice Ministro de Interior del régimen y al momento, hay una gran discusión en el seno del Ejército y diferencias entre militares de la vieja guardia y generales jóvenes, sin duda aquí, puede estar el germen de la libertad de los cubanos. Esto también es producto de la renuncia del viceministro, el general de brigada Jesús Manuel Burón Tabit. En su renuncia expresó ” Una cosa es hacer cumplir la ley, y otra, asesinar “
Por el momento, solo tenemos un cuadro con la foto de un asesino en un contenedor de basura. Tal vez sea la patada inicial que ponga al resto de los criminales de la dictadura cubana, en el tacho de los desperdicios.
Tal vez esta foto sea la que reemplace a la famosa imagen que figura en las remeras de quienes aman a un criminal, del cual, solo saben que fumaba habanos.