En medio de la polémica por demora en la llegada del segundo componente de la Sputnik V y el reclamo que a través de una carta le hizo el Gobierno al Fondo Ruso de Inversión Directa, el ex vicepresidente y actual senador opositor, Julio Cobos, le pidió al Ejecutivo que estudie la posibilidad de iniciar un nuevo esquema con vacunas de otros laboratorios para quienes recibieron solo la primera dosis.
En otras palabras, solicitó que todos aquellos que tengan una dosis de la vacuna rusa y ya hayan cumplido los tres meses de espera para recibir el componente dos, puedan ser vacunados con alguna de las otras dosis que hay disponibles, como son AstraZeneca, Sinopharm o Moderna.
Según datos oficiales, en el país se aplicaron 9.375.670 dosis del componente 1 y 2.493.160 del componente 2. Así, son 6.882.510 las personas que esperan poder completar el esquema de vacunación.
A través de un proyecto de comunicación, Cobos pidió información al Poder Ejecutivo sobre los detalles del contrato que el Estado argentino firmó con Rusia.
Señaló el dirigente mendocino que “todos los plazos de aplicación eficiente de la segunda dosis para lograr una inmunización adecuada se encuentran vencidos, según la información que brinda el propio desarrollador de la vacuna” y que “no existe certeza alguna sobre la llegada de la segunda dosis”.
“Frente a la situación planteada, cabe analizar si no resulta más conveniente; tanto desde el punto de vista sanitario como económico, iniciar un nuevo esquema de vacunación para aquellas personas que recibieron la primera dosis de Sputnik V, con vacunas en stock de otros laboratorios”, remarcó Cobos.
Y agregó: “En especial debería analizarse si ello es posible y en su caso avanzar a la brevedad con esa decisión. La salud de los argentinos no puede depender de la voluntad de un funcionario o burócrata Ruso”.
En la misma línea se pronunció a través de Twitter, donde preguntó: “¿Qué costo es mayor para la población: seguir esperando y que se distancien las dos dosis sin completar el esquema o iniciar uno nuevo con otras vacunas? ¿Cuáles son las penalidades que contempla el contrato con el Fondo de la Fed. Rusa ante la falta de entrega de la 2da dosis?”.
Dijo Cobos que “preocupa el impacto de la posible llegada de la variante Delta (con mayor tasa de contagiosidad) en la parte de la sociedad que no tiene completo su esquema de vacunación, todo por el incumplimiento o la falta de previsión necesaria”.
A la preocupación por la demora en la llegada del segundo componente de la vacuna rusa, que tiene a millones de personas esperando desde hace meses para completar el esquema, se sumó la carta con la que el Gobierno le reclamó al Fondo Ruso de Inversión Directa el envío de más dosis y hasta amenazó con cancelar el contrato.
Fue Cecilia Nicolini, la asesora del presidente Alberto Fernández, quien redactó la carta que vía mail le hizo llegar a Anatoly Braverman, la mano derecha del titular de ese fondo.
En esa nota, Nicolini, quien encabezó en Moscú junto a Carla Vizzotti las negociaciones para comprar las vacunas que desarrolla el Instituto Gamaleya, dio cuenta de una situación “crítica” ante la imposibilidad de completar los esquemas de vacunación.
“Como le mencioné hoy, estamos en una situación muy crítica. Nosotros teníamos la esperanza de que, después de la conversación que tuvimos tú, Carla, Kirill y yo un par de semanas atrás, las cosas iban a mejorar. Pero han empeorado”, señala la carta.
Horas más tarde de que la carta vía mail se hiciera pública, desde Rusia aseguraron que nunca la leyeron y que se enteraron por los medios.
Fuentes del área de la salud que están al tanto de las negociaciones entre la Argentina y Rusia por las vacunas le aseguraron a Clarín que en Moscú no tomaron en cuenta el pedido de Nicolini, y que el envío de vacunas que llegó pocos días después -que incluye algunas dosis del segundo componente- fue remitido sólo cuando las autoridades rusas consideraron que era pertinente hacerlo.
Fuente Clarin