Dolores Etchevehere dio de baja su precandidatura a diputada por Entre Ríos y con el Frente Patria Grande, que tiene como principal dirigente a Juan Grabois, cerraron un acuerdo con un candidato K.
Se trata de Enrique Cresto, administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, quien encabezará la lista a diputados provinciales del peronismo, que cuenta con el respaldo del gobernador Gustavo Bordet.
De esta manera, la fuerza se bajó de la interna peronista en la provincia e informó el acuerdo para respaldar la candidatura del dirigente oriundo de Concordia.
“Cresto se comprometió a ponerse a la cabeza en la lucha por la recuperación de las tierras de la Escuela Agrotécnica Nº 151 El Quebracho y avanzar en el proceso de transición a la agroecología tomando las buenas prácticas que ya funcionan en otras ciudades como Gualeguaychú”, tuitearon desde la cuenta del frente.
El lunes, el candidato entrerriano, quien estuvo presente en el acto de Merlo que encabezó el presidente Alberto Fernández en modo campaña, devolvió gentilezas por el apoyo.
En la previa al cierre de listas, Grabois anunció que la hermana del ex funcionario de Mauricio Macri, iba a presentarse como candidata a diputada nacional.
El dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos además había adelantado que Dolores competiría “contra su hermano” Luis Miguel Etchevehere, ex ministro de Agroindustria y contra el gobernador Bordet.
“¿Por qué? Porque hay un pacto de poder ahí entre Etchevehere, Cambiemos, Bordet y el Frente de Todos”, denunció Grabois en el programa de Viviana Canosa.
Sin embargo, la fuerza política de Grabois y Etchevehere dejó de lado las denuncias y optaron por apoyar la lista Todos Entre Ríos, cuyos principales candidatos fueron presentados por el mandatario provincial “para seguir trabajando junto al Gobierno nacional en derrotar definitivamente a la pandemia”.
Desde el FPT confían en que el candidato Cresto le de impulso y se comprometa en “la creación de nuevas comunidades rurales organizadas y desarrollar procesos de economía popular”, una de sus principales preocupaciones.
Tanto es así, que durante 2020 Grabois y Etchevehere encabezaron el Proyecto Artigas, la iniciativa de cultivo agroecológico, que incluyó la toma de las tierras del campo Casa Nueva, en la zona de El Quebracho, en la localidad de Santa Elena, que generó un conflicto familiar que se saldó con una orden de desalojo por parte de la jueza María Carolina Castagno.
Organizaciones se manifestaron a favor del Proyecto Artigas en el predio de La Rural en Palermo en octubre de 2020.
Etchevehere cedió casi la mitad de las tierras que posee en Entre Ríos a un grupo de campesinos del MTE, lo que desencadenó una fuerte disputa familiar por la herencia que dejó su padre Luis al fallecer en 2009.
“He decidido ceder el 40 por ciento de mi herencia para construir un proyecto agroecológico sobre las tierras que me corresponden. Un cuarto de la sucesión de los Etchevehere”, explicó a mediados de octubre de 2020.
Sin embargo, luego de 14 días de tensión con sus hermanos en la tranquera de la estancia acompañados de dirigentes ruralistas, abandonaron la estancia y Dolores fue detenida y liberada tras declarar ante la Fiscalía de La Paz y designar abogado.
Luis Miguel Etchevehere en la entrada al campo Casa Nueva, la propiedad que habían tomado militantes de Grabois en octubre de 2020. Foto: Juan José García.
El enojo con el cierre de listas
Grabois fue uno de los tantos que expresaron su disconformidad por la conformación de las listas que el FdT presentará en todo el país para las próximas legislativas.
“La dirigencia política popular debe renovarse, ampliarse, unificarse y no repetir los errores del pasado si queremos erradicar al neoliberalismo de Argentina. El Frente de Todos tiene que poder mirar al futuro y enamorar realmente a TODOS“, se quejó desde su cuenta de Twitter.
Natalia Zaracho, referente del Frente Patria Grande, se quedó fuera de las listas legislativas del oficialismo y también cuestionó el acuerdo electoral y la elección de candidatos.
“Los días de cierres son muy agitados. Hay mucha especulación, mucha negociación entre aparatos y muy poco de tener cuenta la militancia, las necesidades de un pueblo y las propuestas políticas. La rosca es un ámbito al que no estoy acostumbrada y que me parece bastante hostil”, escribió Saracho a través de redes sociales.
Fuente Clarin