Por Camila Acosta
Uno de los fallecidos era el responsable de la seguridad en Oriente, donde estallaron las protestas del 11 de julio
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) ha anunciado cinco fallecimientos de generales en menos de diez días. El primero de ellos fue el del general de división, Agustín Peña, jefe del Ejército Oriental de Cuba, acaecido el 18 de julio de 2021. Dos días más tarde, murió el general de brigada de la reserva, Marcelo Verdecia Perdomo. Le siguió, el 24 de julio, el general de división de la reserva, Rubén Martínez Puente. Este 26 de julio se informó el fallecimiento del general de brigada de la reserva, Manuel Eduardo Lastres Pacheco. En la jornada siguiente, la prensa oficial notificó la muerte de del general de brigada, Armando Choy Rodríguez.
Hasta el momento, en ninguno de los casos se han esclarecido las causas de las muertes, lo cual ha suscitado sospechas de posibles silencios intencionados o disputas en la cúpula militar cubana.
Las defunciones ocurren en medio de un clima de tensiones en la Isla por las protestas desarrolladas por el pueblo cubano el 11 de julio (11J) de 2021; ese día, en más de cuarenta localidades del país, miles de personas salieron a las calles reclamando libertad; en los días posteriores tuvieron lugar también otras protestas que fueron igualmente reprimidas por el régimen. Desde entonces, el país permanece completamente militarizado y cientos de personas han sido detenidas y procesadas judicialmente.
Se supone que el general Agustín Peña (57 años), también miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde abril de 2021, fue el encargado de controlar el estallido popular en el Oriente de Cuba.
Marcelo Verdecia Perdomo (80 años) cuenta en su historial con haber sido guardaespaldas de Fidel Castro en Sierra Maestra. Manuel Eduardo Lastres Pacheco perteneció al ejército rebelde y ocupó varios cargos militares. Armando Choy Rodríguez se desempeñaba como coordinador general del grupo de historia de los combatientes de Las Villas.
En el caso del general Martínez Puente (79 años), este habría transmitido la orden de Raúl Castro de derribar las avionetas de Hermanos al Rescate, en febrero 1996, causando la muerte de cuatro miembros de esa organización, cuyo objetivo era ayudar a los balseros cubanos que intentaban llegar a Estados Unidos. Por este motivo, Martínez Puente, y los hermanos pilotos Lorenzo Alberto y Francisco Pérez Pérez, fueron encausados en Estados Unidos.
El aparato militar cubano se halla además en el centro de las denuncias tanto internas como externas, por la fuerte represión contra los manifestantes del 11J en Cuba. El 22 de julio último, la administración norteamericana de Joe Biden anunció sanciones contra Álvaro López Miera, ministro de las FAR, y la brigada especial nacional del Ministerio del Interior.
Discrepancias entre los altos funcionarios
Según una investigación publicada por ABC el 18 de julio último, las manifestaciones del 11J generaron discrepancias entre varios de los altos funcionarios del aparato militar cubano, los más veteranos insistían en reprimir fuertemente a la población, chocando con el recelo de algunos de los oficiales más jóvenes, quienes se resistían a ir en contra del pueblo.
«La situación es completamente nueva. Tienen planes de contingencia bien preparados»
«En las reuniones de la alta jerarquía militar se ve lo que nunca se ha visto. Discusiones, desavenencias, gritos, desconcierto y trasciende la dimisión del viceministro del Interior Jesús Manuel Burón Tabit (…). La situación es completamente nueva. Tienen planes de contingencia bien preparados y estudiados para estos casos, pero no se ponen de acuerdo. Los mandos más jóvenes de la PNR, la policía nacional revolucionaria, no quieren disparar contra el pueblo. Los generales más jóvenes tampoco. La vieja guardia quiere mano dura», señala el reporte de ABC.
No obstante, más allá de los rumores e informaciones filtradas a la prensa independiente, la falta de transparencia de la dictadura militar cubana impide esclarecer situaciones como estas. Aunque, definitivamente, la muerte de cinco generales en menos de diez días es, como mínimo, sospechosa, sobre todo en medio de un contexto como el que se vive en Cuba desde el 11J. Desde este día, el régimen cubano ha manifestado su miedo a perder el poder y por ello recrudece la represión e infunde el terror. Saben que el pueblo está cansado. Saben que su tiempo se agota.