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Algo más que ser hijos del distrito de Queens une a Donald Trump y a Andrew Cuomo, dos neoyorquinos notorios.
“Siempre han sido más parecidos de lo que quisieran admitir y, a medida que los problemas de Cuomo se multiplican, recurre a los mismos argumentos que Trump para no rendir cuentas”, escribió David A. Graham en la revistaThe Atlantic.
“Oh, wow, sorpresa, sorpresa, Cuomo está Trumping it out”, es decir, está usando el manual personal del ex presidente republicano para contrarrestar las múltiples acusaciones de acoso sexual.
De esta manera, con un tuit, resumió George Conway, uno de los conservadores más reconocido del grupo Nunca Trump, la situación en la que se encuentra el gobernador de Nueva York, que rechaza todas las denuncias.
Informe demoledor
Andrew Cuomo se aferra al cargo, aunque se ha convertido en un clavo ardiendo tras el informe de la fiscal general del estado en que se describe los ataques a 11 mujeres, la mayoría ex empleadas de su oficina o todavía en actividad.
La entrada a la residencia oficial del gobernador de Nueva York, en Albany, desierta este sábado. Foto: AP
Ese informe lo describe como “un acosador en serie”, más o menos lo mismo que una veintena de mujeres denunciaron de Trump durante la campaña presidencial de 2016.
En aquella fecha surgió una grabación en la que al entonces candidato se le escucharon declaraciones denigrantes sobre obligar a las mujeres a tener relaciones sexuales.
Cuomo replicó con una defensa similar, en una intervención grabada, donde afirmó: “Nunca he tocado a nadie inapropiadamente”. Sus presuntas víctimas se sintieron otra vez agredidas.
El gobernador, un veterano político que se volvió especialmente popular durante la pandemia de coronavirus, dijo que tenía el hábito de besar y tocar a las personas como un gesto de calidez y amistad, muchas veces en público.
“Me han visto hacerlo en la televisión durante todas mis ruedas de prensa y durante 40 años antes de eso”, aclaró.
Pero, en su descargo por video, agregó: “Ahora entiendo que hay perspectivas generacionales o culturales que, francamente, no las había apreciado del todo. Y he aprendido de esto”.
El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue acusado de abuso sexual por varias mujeres. Foto: AFP
Si Trump atribuyó (y atribuye) todas sus supuestas incorrecciones a la mala fe de las “fake news”, Cuomo replicó que el informe de la fiscal general estatal Letitia James, demócrata como él, era tendencioso.
Aunque la investigación de James era civil, fiscales de Albany, Westchester y Manhattan solicitaron el informe para determinar si hay causa penal.
Repudio en masa
A diferencia de su vecino de cuna, al que los republicanos exoneraron, a Cuomo le fallaron hasta los que hasta ahora eran sus fieles aliados.
Los sindicatos más fuertes, rendidos a los parabienes de Cuomo, contestaron con un “no más”.
El rosario de progresistas que exigen su renuncia, liderados por el presidente Joe Biden, es un vía crucis para el gobernador, que este miércoles no se dejó ver.
Los principales demócratas de Nueva York, tanto los que están en el Congreso de Washington –en cabeza, el jefe de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer– como en la Cámara estatal de Albany, todos coincidieron en que es la hora de cancelar el poder de Cuomo, que está en su tercer mandato y aspiraba al cuarto en 2022.
El presidente de la cámara legislativa estatal, el demócrata Carl Heastie, afirmó que “el gobernador Cuomo ha perdido la confianza de la asamblea demócrata”. Heastie recalcó que la Cámara desarrollará con celeridad el impeachment para echarlo.
Así es la caída de un ídolo.
Fuente: La Vanguardia
CB
Fuente Clarin
