Diego Alonso, recorre la realidad de los barrios populares.
El actor Diego Alonso celebró el estreno de la segunda temporada de “Ser esencial”, que llega este domingo a la TV Pública, y tras el desembarco de la serie argentina “Okupas” en la plataforma Netflix, aseguró que “21 años después, hay gente que todavía no la entendió”.
“Muchos me decían ´muestran a los marginales´, pero la de ´Okupas´ no es una historia de marginales si no de cuatro soledades que se reúnen, que vienen de familias rotas y arman su propia familia”, explicó Alonso a Télam, sobre la serie dirigida por Bruno Stagnaro que en el 2000 significó un mojón en las ficciones televisivas locales y también para su camino profesional.
Así y todo, para el actor que interpretó a “el Pollo” en la serie, uno de los amigos de Ricardo (Rodrigo de la Serna), “Okupas” se convirtió en una ficción de culto dos décadas después porque “es una obra maestra”.
El furor que provocó el estreno en Netflix el 20 de julio pasado, para el actor responde a que la serie “toca la sensibilidad de la gente, cada cual a su forma, y entra en el corazón de todos”: “Fuimos parte de una generación y ahora empezamos a ser parte de otra”.
“´Okupas´-agregó- tuvo un valor y después de eso yo sentí que no podía ir a hacer una novela a las 2 de la tarde que no tuviera ni pena ni gloria”.
Desde entonces, recapituló: “Explotó el país en 2001, hice ´La liga´ (El Trece/Telefe, programa de investigación que abordaba temáticas de contenido social), después vino ´Cárceles´ (Telefe, que mostraba la vida de personas privadas de su libertad) y era difícil encontrar algo superador o del mismo tenor hasta que apareció ´Ser esencial´”.
Dirigida por Nicolás Cuiñas, con guion de Walter Peña, asesoramiento de contenidos del padre Pepe Di Paola y producción de la Pastoral Villera, los 13 capítulos de esta segunda temporada que irán los domingos a las 18.30 mostrarán historias y realidades en los barrios populares cruzadas por la pandemia: hogares para adultos mayores en situación de calle, residencias para discapacitados y discapacitadas, parroquias, centros y granjas de recuperación de adicciones, instituciones educativas de la villa, unidades de salud, tareas de voluntariado social, entre otras.
Ser Esencial
“Hacía 10 años que había dejado de hacer proyectos periodísticos porque las propuestas que recibía proponían seguir dando vueltas sobre los mismos temas, por eso me pareció interesante contar una realidad que no aparecía en ninguna parte”, contó Alonso.
Télam: ¿La idea del programa es cuestionar la idea de lo “esencial” ligado a lo productivo?
Diego Alonso: El padre Pepe tiene muy claro eso de tener comunidades organizadas y yo no entendía de qué hablaba: cada uno va, cumple su rol, deja a su familia; el año pasado murió el padre Gachi ayudando a la gente. Dejan la vida de verdad y no ponen carteles de que te cuidan. Estos son esenciales porque si no están hay un montón que se empiezan a caer. Y durante la pandemia ponen en juego su vida a cambio de nada, de acostarse a la noche y dormir tranquilos.
T: ¿Con qué te encontraste en esa primera temporada?
DA: Estábamos con mucho susto por la pandemia, no había vacuna, y salir a hacerlo, ver la obra del padre Pepe, de la Pastoral villera, todos los curas villeros, la gente que está laburando con él, me llamó mucho la atención. Sobre todo porque son pobres ayudando a gente más pobre todavía. Que dejan su vida para que el otro esté mejor. Lo que más me interesa es que quienes están ahí haciendo ese laburo tengan una devolución, es nuestra manera de decirle gracias por estar haciendo lo que hacen por el otro, que es una persona que vive en nuestro país, que la está pasando mal. La devolución siempre fue buena. Como experiencia me sirvió y me sirve.
T: ¿Ese era el enfoque distinto que estabas buscando para volver a conducir un programa periodístico?
DA: La idea era visibilizar a esta gente que para mí son héroes, que están ahí sin pedir nada a cambio y es muy llamativo. Hay que hacer hincapié en ellos pero a diferencia de un programa periodístico común, acá no buscamos responsables. La idea es contar sobre esta gente que intenta mejorar la vida de los demás.
“Ser esencial”, en su segunda temporada.
T: ¿Lo ves como una propuesta aislada en medio de la grilla televisiva actual?
DA: Hoy en día en la televisión están todos peleados con todos. Yo no quiero hacer eso, no tengo ganas y por eso hace mucho tiempo no estoy, laburo detrás de cámara, soy guionista, trabajo mucho con Adrián Caetano escribiendo. Me tengo que medir mucho en qué agarro como propuesta laboral y haberme ido por este camino me cierra muchas puertas pero me abre otras porque ya vamos por la segunda temporada de “Ser esencial”.
T: ¿Qué historias abordarán en esta nueva temporada?
DA: Por ejemplo, cómo un líder negativo puede transformarse en un líder positivo: Matute era un pibe que hizo todas las cagadas de joven, tuvo esa conversión y pasó de ser un maleante a juntar viejos de la calle y armó un ranchito, pidió ayuda, y les ha generado un final digno, con plato, techo, y tienen su pequeña familia ahí. Con la pandemia Matute se contagió y falleció. Y la obra de él sigue adelante. También fuimos al Cottolengo Don Orione, donde acompañan a gente con discapacidad y la contención es difícil. Y muchas otras historias que van a aparecer en estos nuevos episodios.
Fuente Telam