La irrupción de la pandemia colocó a la salud en un primerísimo plano. Las dolorosas consecuencias del Covid-19 pueden traducirse en los números de infectados (a la fecha casi 5,1 millones de personas) y fallecidos (más de 108.000); no obstante, los especialistas entienden que la respuesta del sistema respondió y estuvo a la altura del dramático acontecimiento. “El sistema de salud, sobre todo el público, deja asombrados a muchos de afuera”, subrayan.
Hoy, con la inminente llegada de la temible variante Delta y la tercera ola, los entendidos advierten que el plan de vacunación (con las dos dosis) es clave para amortiguar el impacto. De todos modos, Daniel Londero, Head de Bayer Pharmaceuticals para Cono Sur, destaca que “la velocidad de respuesta de la industria farmacéutica en la pandemia puso en evidencia la importancia de invertir en investigación”. Y en este sentido, el ejecutivo remarcó que la Argentina tuvo y tiene un rol importante.
Londero fue uno de los participantes del panel “El desafío de la salud”, que organizó la semana pasada Clarín y que es parte del ciclo “El mundo que viene” y que fue moderado por los editores de Economía y Sociedad de Clarín, Daniel Fernández Canedo y Pablo Sigal. También asistieron el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, Eduardo López (infectólogo, miembro del Consejo Asesor de la Nación sobre Covid-19), Luis Fontana (director general de OSDE) y Virginia Ungar (psicoanalista).
El panel forma parte del ciclo “El mundo que viene”. Se concretó el lunes pasado y fue transmitido en vivo por streaming por la página de Clarín.com, y los contenidos se compartieron en simultáneo por redes sociales y posteriormente en el sitio web. El ciclo cuenta con el apoyo principal de Banco Macro, OSDE, DESA y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Y también con el acompañamiento de Telecom y Afarte, además de Bayer y Soaljo.
La industria farmacéutica global respondió en tiempo récord, fuera de todo cálculo. Londero, sin embargo, explicó que “se calcula que para desarrollar un nuevo medicamento se necesitan más de US$1.000 millones. En Bayer, por ejemplo, invertimos el 16% de nuestras ventas en investigación y en la Argentina tenemos en desarrollo más de 10 estudios clínicos”.
El alto ejecutivo de Bayer dijo, además, que “el muy buen nivel de los investigadores locales hace posible que la industria farmacéutica de innovación realice alrededor de 200 ensayos clínicos anuales en el país, en el que participan alrededor de 20.000 pacientes argentinos”.
A su turno, Fontana también elogió la respuesta del sistema de salud frente a la emergencia. De todos modos, advirtió que “hacer esto es muy caro”, por la alta inversión en investigaciones y para el tratamiento de enfermedades. “Los costos de los nuevos medicamentos son altísimos y la inflación de la medicina es más alta que la inflación del país”.
Los especialistas cuestionaron los presagios agoreros en el peor momento de la pandemia. “El sistema de salud, tanto público como privado, está a la altura de los mejores del mundo”, subrayó Fontana. El director de OSDE agrega que efectivamente “estuvo estresado, pero no llegó a colapsar” y añadió que “estuvo muy por encima de las expectativas”.
Un dato ilustrativo es que el 19,3% de las internaciones en clínicas y hospitales fueron casos de coronavirus. Al principio, dice Fontana, “la pandemia fue un cachetazo”, en lo que respecta a la forma de atender y trabajar en clínicas y hospitales. “Tuvimos que cambiar la manera de asistir a los pacientes en 24 horas”.
López asegura que en el inicio de la pandemia, “el sistema salud no estaba preparado, hubo que comprar insumos y equipos para hacer diagnósticos y el 8% del total de los contagios fue personal de la salud”. El infectólogo sostuvo que fue un período de aprendizaje conjunto entre médicos, enfermeros, asistentes y la población en general “para tratar una enfermedad desconocida”.
Los avances científicos, tanto en los tratamientos como en el desarrollo de fármacos, son notables. En los últimos 50 años, la esperanza de vida a nivel mundial pasó de 58 años a 73. Es decir que una persona hoy vive 14 años más en promedio, que en 1971. En materia de inversión y pese a la pandemia, el gasto en salud no resalta como una prioridad. Según la ley de Presupuesto sancionada por el Congreso, en 2021 se destinará el 5% del PBI, por debajo de los subsidios al transporte (5,9%), la energía (8,8%) y la educación (6,4%).
La situación hoy es de tensa calma y a la espera de la tercera ola de casos, “que no sabemos cuándo llegará, pero que llegará en algún momento”, dijo Quirós. El funcionario porteño evaluó que en Capital “en ocupación de camas y de terapias intensivas estamos en el piso de casos y en valores similares a febrero de este año”.
También habló sobre la eficacia de las vacunas disponibles en la Argentina y de las combinaciones de la Sputnik con Moderna y AstraZeneca para completar cuanto antes el esquema para enfrentar la llegada de la variante Delta. “Con dos dosis -dijo-, el riesgo de contraer una enfermedad grave y o mortal baja más del 90%”.
Fernán Quirós sostuvo que si se hubiera vacunado antes, habría menos muertos.
López señaló que el sistema de salud está preparado para afrontar la tercera ola. Sobre la variante Delta, el infectólogo recalcó que es mucho más contagiosa y que la Argentina podría estar preparada “si somos astutos con la vacunación”.
Ungar recuerda que la pandemia implica atender otros aspectos de la salud, como la estabilidad emocional y psicológica de las personas. “Debemos prestar atención al campo de la salud mental, porque los efectos del virus, el terror a morir o a infectar, es algo muy complejo”, explicó la especialista.
En este sentido, subrayó que “la idea de que los niños pueden ser peligrosos para sus mayores, es algo terrible”. A modo de conclusión, Londero dijo que la investigación en la Argentina “queda muy bien posicionada, porque hay muchos estudios para medicamentos y nuevas vacunas”.
Fuente Clarin