En lo que se puede interpretar como un mensaje en varias direcciones, el orador estrella del clásico seminario del Boletín Informativo del Grupo Techint que acaba de arrancar es el célebre economista turco, Daron Acemoglu. Aunque expone acerca de la economía global y los desafíos de la pospandemia, junto a otros expertos, el autor de Por qué fracasan los países, El Pasillo Estrecho y Los los Orígenes del Poder, le dijo a Clarín desde Ankara que en “Argentina no se puede contar la historia sin el partido peronista”.
Y al abundar en la debilidad de las instituciones, un mal que con distinta intensidad atraviesa América Latina, advierte pensando también en Argentina: “Las democracias no se construyen a expensas de los empresarios”. De 54 años, reside en Estados Unidos, donde es profesor de Economía en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Ganó la medalla John Bates Clark, una especie de Nobel para los economistas jóvenes.
La entrevista
-Usted adjudica a las instituciones un rol clave en el desarrollo o el fracaso de los países…
-Con la pandemia su rol es aún más importante. La verdadera amenaza en el mundo pos-Covid es el incremento de las tendencias autoritarias. En América latina las instituciones políticas no son fuertes y tampoco son inclusivas y no le dan voz a la gente. América Latina es desigual debido a su historia, una sociedad creada por un pequeño grupo de élites coloniales para explotar a la gran mayoría de las personas y la brecha comenzó en la formación de las instituciones, que en cada país sucedió en un momento distinto y determinaron la senda del desarrollo de cada sociedad. Fíjese en Chile con una economía dinámica, pero con una marcada inequidad. Y en Argentina no se puede contar la historia sin el partido peronista. Tiene instituciones débiles. Chile tiene la capacidad pero le falta la equidad. A la Argentina le falta la capacidad. Hay nuevas voces en la sociedad que demandan otro tipo de instituciones, de mejor calidad, con condiciones para la prosperidad.
-¿Cuáles son las características de las instituciones?
-Las tres características clave son la aplicación de los derechos de propiedad a un segmento amplio de la sociedad, de tal manera que varias personas tengan incentivos para invertir y participar en la actividad económica; límites a las acciones de las elites, los políticos y otros grupos poderosos, para evitar que expropien los ingresos y las inversiones de otros o que creen condiciones que les favorezcan; y cierto grado de igualdad de oportunidades para segmentos amplios. Las instituciones no solo influyen en las perspectivas económicas de un país, sino que determinan la distribución del ingreso entre particulares y grupos.
-Con la pandemia los estados ocuparon un rol importante, tanto en la organización como compra de vacunas. ¿Va a perdurar ese peso?
-El mundo de la post pandemia necesita más del estado, pero con mayores controles. Hay que crear condiciones políticas porque hay nuevas demandas. El estado es una parte muy importante en la resolución de conflictos, en proporcionar servicios públicos o ayudar a los desfavorecidos. Pero luego tenemos que mantener al estado y sus élites bajo control. Y eso es parte del desafío.
-¿Qué está sucediendo con la globalización? ¿Retrocede, como vaticinan algunos?
-La respuesta no es retroceder en la globalización que dio soluciones a empresas, mercados, finanzas y menores soluciones a la gente. Hay que crear mejores sistemas y no es un proceso fácil.
-En la Argentina se está viviendo un proceso único que es la salida de algunos empresarios, ¿a qué podría atribuirse?
-Cuando me refiero a las instituciones y a su rol clave en la construcción de confianza y de democracia suelo recurrir a lo que es un cliché. Pero en Noruega en 1930 la construcción de la democracia no se hizo a expensas de la comunidad de negocios sino junto a ella, que se sumó al proceso y se volvió una economía dinámica y competitiva. No hay alternativa a largo plazo para el crecimiento democrático sin una coalición para la construcción de futuro.
-Usted se encuentra en este momento en Ankara y me imagino muy impactado por lo que sucede en Afganistán. ¿Qué lección nos deja esa crisis?
-Ningún país o sociedad puede esperar ayuda de otros, ese es el trabajo de cada sociedad.
Fuente Clarin