En una declaración firmada junto con otros 20 países y la Unión Europea, el Gobierno argentino expresó su “profunda” preocupación por la situación de las mujeres y las niñas en Afganistán, tras la repentina toma del poder por parte de los talibán.
El texto señala la inquietud de estos países -entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Brasil y Chile- por el derecho a la educación de las niñas y al trabajo de las mujeres afganas, además de su libertad de circulación, bajo el nuevo régimen talibán.
“Hacemos un llamado a todos los que estén en posición de autoridad a lo largo de Afganistán para garantizar su protección”, remarca el texto.
“Las mujeres y niñas afganas, como todo el pueblo afgano, merecen vivir sin peligro, seguras y con dignidad. Cualquier forma de discriminación y abuso debe ser prevenida. Nosotros, como parte de la comunidad estamos preparados para proveer ayuda humanitaria y apoyo, para asegurar que sus voces sean escuchadas”, agrega la nota, difundida por la Cancillería argentina.
Los países que firman la declaración aseguran: “Vamos a monitorear de cerca que cualquier gobierno futuro garantice los derechos y las libertades que se han convertido en una parte integral de la vida de mujeres y niñas en Afganistán en los últimos 20 años”.
Militares estadounidenses, en el aeropuerto militar de Kabul, se preparan para evacuar a civiles de Afganistán. Foto: AFP
El texto fue firmado en forma conjunta por Albania, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Unión Europea, Honduras, Guatemala, Macedonia del Norte, Nueva Zelanda, Noruega, Paraguay, Senegal, Suiza, el Reino Unido y los Estados Unidos de América.
Los talibán y las mujeres
Durante su gobierno (1996-2001), los talibanes prohibieron a las chicas asistir a la escuela, impidieron a las mujeres trabajar o salir solas sin un acompañante, y castigaron con lapidación o latigazos a las acusadas de adulterio.
La rigurosa interpretación de la sharia (ley islámica) los condujo a establecer una policía religiosa para suprimir los “vicios”.
Ahora, los talibanes, con la intención de dar una imagen de moderación y cambio, se comprometieron a “dejar trabajar a las mujeres” pero “respetando los principios del islam”, sin más precisiones.
Un portavoz, Suhail Shaheen, afirmó que la burka ya no sería obligatoria, y que las mujeres podrían estudiar en la universidad o las niñas asistir a la escuela.
Pero muchos afganos y representantes de la comunidad internacional no han escondido su escepticismo ante tales promesas.
Pedido del G7
En tanto, los cancilleres del G7 -el grupo de las siete principales potencias mundiales- reunidos este jueves por videoconferencia, expresaron su preocupación por las “represalias violentas” en algunas zonas de Afganistán ante el avance del control talibán, indicó en un comunicado el gobierno del Reino Unido, presidente de turno del grupo.
Los ministros subrayaron la “importancia de que los talibanes cumplan su compromiso de asegurar la protección de los civiles”, detalló tras el encuentro el jefe de la diplomacia británica, Dominic Raab.
Los representantes de Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón, el Reino Unido y la Unión Europea (UE) llamaron al mismo tiempo a los talibanes a “garantizar un paso seguro” para aquellos extranjeros y afganos que quieran abandonar el país.
Un combatiente talibán, frente a una peluquería cerrada en Kabul, este miércoles. Foto: AFP
En la reunión virtual, convocada de urgencia para tratar la crisis en Afganistán, se abordaron estrategias para estrechar la cooperación entre los miembros del club de países ricos en las operaciones de evacuación de personal diplomático y colaboradores locales de Afganistán.
Los ministros del G7 recalcaron que se está haciendo “todo lo posible para evacuar personas vulnerables del aeropuerto de Kabul” y llamaron a la comunidad internacional a abrir “rutas seguras y legales de reasentamiento”.
Ante el control talibán de la capital afgana y amplias zonas del país, los miembros del grupo alertaron sobre la “urgente necesidad de un cese de la violencia” y de que “se respeten los derechos humanos, incluidos los de las mujeres, niños y minorías”.
También reclaman que se inicien “negociaciones inclusivas” sobre un futuro gobierno de Afganistán y que todos los actores en juego respeten la legislación internacional, en particular respecto a las actividades del personal médico y humanitario.
Con información de agencias
CB
Fuente Clarin