A dos semanas de las PASO, el Gobierno empezó a sentir la presión del mercado en su programa financiero y cerró agosto sin poder renovar la totalidad de los vencimientos de deuda. Fue la primera vez en 14 meses que el ministro de Economía, Martín Guzmán, no consigue en las licitaciones el monto suficiente de pesos para hacer frente a los compromisos del mes.
Según datos oficiales, la secretaría de Finanzas registró un saldo negativo de financiamiento de $ 8.000 millones en agosto al colocar $314.000 millones, una cifra inferior a los pagos previstos por $320.000 millones y equivalente a una tasa de refinanciación del 97,5%. La última vez que no había logrado renovar el 100% de los vencimientos había sido en junio del año pasado.
La estrategia oficial empezó a complicarse a principios de agosto ante la preferencia de los inversores por títulos de corto plazo y las dificultades del Tesoro para ampliar el fondeo en medio de las crecientes exigencias para financiar la expansión del gasto por las elecciones, los pagos de deuda externa y la brecha cambiaria.
En la primer subasta del mes, Finanzas cosechó $145.000 millones y no pudo cubrir pagos por $ 225.000 millones. Luego, en la segunda, colocó $ 95.000 millones en una semana sin vencimientos y, en la tercera, obtuvo $71.000 millones; a los cuales se sumaron $2.200 millones este lunes, sin alcanzar los $93.000 millones que vencen este martes.
El resultado opacó el lanzamiento de un nuevo mecanismo de subasta puesto en marcha este lunes para ampliar justamente la capacidad financiera del Tesoro. Se trata de un programa por el que 13 entidades seleccionadas (bancos privados y públicos, y agentes de bolsa) participaron de una segunda ronda en la que se licitó un monto de hasta un 20% de lo adjudicado el viernes pasado.
Guzmán podía colocar hasta $14.000 millones adicionales, pero se tuvo que conformar con $ 2.200 millones. “Lo relevante es que agosto por primera vez en muchos meses cerró por abajo del 100% de refinanciación, con lo cual no solo tiene que buscar financiamiento para cubrir el déficit sino tambien los intereses de la deuda“, dijo Joaquín Waldman, economista de Ecolatina.
El programa lanzado este lunes con asesoramiento del FMI tiene como objetivo reducir la emisión monetaria. El ministro se propuso este año cubrir un 40% con deuda local y 60% con fondos del Banco Central. Desde julio, sin embargo, la asistencia del organismo se aceleró y ya giró al Tesoro $ 710.000 millones en el año, transferencias que a su vez ponen presión sobre el dólar.
“Si bien la tasa de renovación fue inferior al 100%, lo cual implica no solo que no es una herramienta mas de financiamiento sino que se transforma en un factor de presión de emisión monetaria, cabe resaltar que se trató de un mes con una proporción de tenencia de privados inusualmente alta, lo cual a su vez presionó sobre los mercados paralelos”, dijo Juan Pablo Di Iorio, de ACM.
El problema es que el margen de acción es cada vez menor. Finanzas ya probó con bonos dólar linked y letras atadas a la inflación (CER), menores plazos y subas en las tasas de las letras más cortas del 36 al 40%. También se flexibilizaron los encajes bancarios y el régimen de fondos de inversión para tentarlos con títulos. Pero aún así la refinanciación empeora desde junio.
“Evidentemente no fue suficiente, el mercado local ya esta bastante invertido y no hay mucho espacio para plata nueva“, dijo Martín Saud, operador de Ballanz Capital. En ese contexto, Economía deberá afrontar vencimientos por $ 1,5 billones de acá a fin de año. Ahora, los ojos estarán puestos en próxima licitación del 9 de septiembre.
Fuente Clarin