Por Daniel Romero
El 28 de agosto “falleció” el general de reserva Félix Baranda Columbie y se transforma en el noveno oficial de alto rango que muere en situaciones confusas. Aunque oficialmente el régimen asegura fue por Covid.
Las protestas en Cuba, realizas por la población comenzaron el 11 de julio y se les dio fin por la fuerza, el día 17 del mismo mes. Al día siguiente se dio la primer muerte, fallecía el General de División Agustín Peña, comandante del ejército Oriental de Cuba. El régimen no dio los motivos, como tampoco de los demás decesos, a excepción de los generales, Félix Baranda Columbié y el de Pedro Gerardo Gutiérrez Santos.
El primer muerto, el General Agustin Peña de 57 años, era miembro del Partido Comunista cubano, lo cual fue llamativo no se informaran los motivos, dejando así crecer la duda sobre el hecho. Las sucesivas muertes lo acrecentaron.
La lista de muertos creció rápidamente, en solo 9 dias: Siguieron el General de Brigada de la Reserva, Marcelo Verdecia Perdomo (20 de julio); el General de División de la Reserva, Rubén Martínez Puente (24 de julio); el General de Brigada de la Reserva, Manuel Eduardo Lastres Pacheco (26 de julio); el General de Brigada, Armando Choy Rodríguez (26 de julio); Gilberto Antonio Cordero Sánchez (28 de julio), del que no se precisó el grado militar que ostentaba; el ‘combatiente’ Pedro Gerardo Gutiérrez Santos (1 de agosto); y el General de Brigada de la Reserva, Arnoldo Ferrer Martínez (16 de agosto).
Las manifestación acaecidas y disparadas por el tema musical Patria y Vida.
El popular tema interpretado por Yotuel Romero, Descemer Bueno, Gente de Zona, Maykel Osorbo y el Funky. El éxito se trata de una fuerte crítica al gobierno de la isla que llama a un cambio en Cuba, según sus protagonistas. Los cubanos se volcaron a las calles en apoyo a los artistas y reclamando libertad. El gobierno cubano reprimió brutalmente y encarcelo a más de 800 cubanos. Aun son muchos los detenidos.
Las muertes y el silencio del dictador Diaz Cannel, Raul Castro que debió regresar a las reuniones de gabinete más la bruma diseminada desde el Ministerio de Defensa, alimentan las sospechas de una gran interna en el partido comunista y las Fuerzas Armadas que sostienen al gobierno, sobre el posible asesinato de oficiales críticos que habrían dejado avanzar las protestas.
La historia:
En Junio 1989, Fidel Castro fusila a un icono de la revolución cubana acusándolo de narcotraficante, siendo el quien mantenía relaciones con el creciente Pablo Escobar Gaviria. Los asesinados fueron: El General Arnaldo Tomás Ochoa Sánchez, Tony de la Guardia, el ayudante de Ochoa, Capitán Jorge Martínez, y uno de los segundos de Tony, el Coronel Amado Padrón.
Castro temía un golpe con apoyo de Rusia vía Mihail Gorbachev, quien había visitado la isla y mantenía una excelente relación con Ochoa y este con los generales rusos. A Rusia no le convenía un escándalo por narcotráfico que involucrara a Fidel Castro, comenzaba el Glasnost y la Perestroika. Desde luego en la isla corrieron infinidad de versiones, pero a Castro le costó mucho explicar los rápidos fusilamientos.
El formato de ejecución de posibles militares disidentes o críticos, no es nuevo en Cuba.