Ante la escalada de la crisis galopante desatada por el resultado de las PASO, a la coalición del Frente de Todos, en jaqueada por la intentona de Cristina Kirchner le salen analistas desde la militancia.
Así, si Dady Brieva salió primero con una metáfora homofóbica, este jueves se sumó el actor Pablo Echarri que dejó una opinión particular: “No es fácil ser peronista”.
Fue en diálogo con Jorge Rial en Radio 10 que el actor y asumido militante K abordó lo que se está viviendo con la interna del¿ gobierno entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. “Son momentos de mucho nervio“, sostuvo.
“Este tipo de crisis y de impactos que son consecuencias de una derrota. En este caso en una elección, generan momentos de convulsión que no se acomodan fácilmente, no terminan en un instante”, consideró Echarri.
Luego, el actor dijo que está “expectante, ansioso y nervioso“, por el devenir de la crisis. Y eso que Echarri habló antes de publicarse la determinante carta de Cristina Kirchner.
“Creo que todos los puntos y momentos de crisis, y cada minuto que va pasando, por lo menos en mi idea y expectativa, es que se vaya construyendo verdaderamente un acuerdo interno, sólido, para poder expresar una propuesta superadora para noviembre”, confió.
Y aclaró a que se refería a superadora “en términos coyunturales”, ya que a su manera de ver la propuesta del Frente de Todos “ya es superadora a la propuesta conservadora, que solo había engrosado los niveles de pobreza y desocupación“.
“Estos dos meses hay que utilizarlos para establecer bases y renovar votos de confianza. Pero también hay que tomarlo para implementar las medidas más justas que se puedan generar, primero en revertir la parte negativa y después salir a buscar los votos que no sufragaron”, analizó quien también es directivo de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI).
Pablo Echarri, en un acto presidencial junto a referentes de la industria audiovisual. Captura de video
En este sentido, aseguró que se puede revertir la elección y que cree que los argentinos “están utilizando cada vez mejor el votar en las PASO para dar un mensaje“.
El ser peronista
“No es fácil ser peronista“, definió Echarri. Y explicó el por qué: “El peronismo lo que tiene es una enorme vocación de poder“. “Claramente es un movimiento que se opone al poder real, al poder fáctico”, contextualizó, en sintonía con otro exponente de la cultura K: el relator Víctor Hugo Morales.
Definió entonces lo fáctico de ese poder, “Está por encima de todos y uno no lo puede soslayar, es real”, iluminó.
No obstante, Echarri calificó como “muy apasionante” el ser peronista “porque te obliga siempre a analizar el juego político con una serenidad, tensión y pasión” muy propios, continuó.
Pablo Echarri y Nancy Dupláa en un acto de Cristina Kirchner. Foto Juano Tesone.
También analizó que la pandemia debilitó mucho al peronismo. “Fue una tragedia en muchos sentidos. No solamente sanitario, con la enorme cantidad de muertos que ha producido a lo largo y ancho del mundo, sino en materia de conexión y utilizar el cara a cara, un arma que el peronismo ha utilizado a lo largo de la historia“, clarificó.
A su entender, “el trabajo de base, los barrios, estar con la vecina y el vecino, la posibilidad de movilizarse en las calles, con la pandemia se relegó”.
“Hubo cantidad de marchas convocadas por el sector más conservador -para mi gusto con un enorme grado de irresponsabilidad,- pero el peronismo se quedó en su casa“, dijo, y lo definió que esto fue por “responsabilidad” por la situación epidemiológica, aunque, en este sentido, omitió referirse a la fiesta no permitida de Fabiola Yañez y el Presidente en Olivos.
Igualmente, con todo esto dijo que no cree que el peronismo haya “perdido sensibilidad”. “Para este peronismo, progresista, que ajusta derechos, sería perder su esencia”, ahondó.
Allí fue cuando Echarri tiró una frase que, con el devenir de la crisis política de la alianza gobernante sonó premonitorio: “Y si la esencia la va a perder sería preferible que ya no exista más”, sostuvo, aunque aclaró no creer que pueda suceder.
Por último, habló de su caso personal, cuando tomó la decisión de mostrar activamente su pensamiento político. “Cuando uno toma la decisión de expresar tan francamente su idea política, y el tipo de país al que aspira vivir uno y sus hijos, hay una consecuencia“, sentenció.
Sin embargó, volvió a negar cualquier intención de dar el el salto a la política en lo formal. “Las decisiones de asumir una responsabilidad, un gusto o un deseo por saltar del medio artístico a la política, habla de un deseo irrefrenable y no de un cambio de oficio“.
“No es ir a ver qué pasa. Por eso creo que el que toma la decisión la toman con el corazón, con la necesidad de creer que pueden aportar un grano de arena a ese punto. En lo personal, durante 15 años vengo haciendo política con el colectivo de actores, entonces mi deseo de gestión política está muy bien canalizado”, concluyó.
DS
Fuente Clarin