Por Daniel Romero
La Vicepresidente realizó un peligroso movimiento para mantener la cohesión de su tropa y el espíritu de lucha en alto tras la vergonzosa derrota en las PASO. Eligio para ello a su consorte político, Alberto Fernández. Mientras tanto llevaba a La Argentina al abismo. La historia de la Tarántula.
Por un lado CFK puso en claro ante los suyos y el mundo, que es ella quien manda y en un momento en que sus seguidores estaban pasmados y de brazos caídos, logró recuperar en ellos el espíritu combativo, volcados a una orgia de insultos, agravios y provocaciones.
Desde luego, esta acción le costará mucho al país, tanto en materia económica como en credibilidad ante los organismos de financiación, empresas y la economía personal de la sociedad, que ya le cuesta comer. Algunas empresas se retiraron del país antes de este triste y vergonzoso episodio y sin duda otras las seguirán, muchos argentinos se fueron del país, sobre todo jóvenes que no ven un futuro posible. El grueso de la sociedad, clase media y baja, no tienen estas opciones y solo les quedo la opción del voto, que tanto enfureció a Cristina Fernández y la llevo a lanzar una nueva operación Puf, Puf II, en este caso contra el presidente de la nación que ella puso en ese lugar.
Otro “éxito ” que se anota la Vice en ejercicio del poder, es el triunfalismo que denota esta descarada y peligrosa muestra de poder ante sus votantes. Ella sabe que en las PASO perdió seguidores propios, amén de los prestados que había logrado al embaucar junto a su testaferro, hoy en la presidencia. De esta manera, ella busca asegurar que muchos de los votos propios y desencantados permanezcan a su lado, al menos es lo que ella cree. Habrá que ver si quienes la votaron y hoy ven sus salarios carcomidos por la inflación, las innecesarias muertes por COVID al resistir la compra de vacunas a EE.UU que podrían haber salvado, al menos 60.000 vidas, o los muertos por inseguridad, perdonan o le vuelven a dar su voto. Sin hablar de las 200.000 Pymes y comercios quebrados, la vacunación VIP en detrimento de ancianos o personas vulnerables.
Por otro lado, CFK logro endilgarle la derrota a Fernández y quitar del medio a su hijo Máximo, La Campará y Axel Kicillof, y desde luego, a ella misma. Las derrotas son de los otros, es su constante.
La sociedad no dejara de recordar la “fiesta inolvidable” del festejo del cumpleaños de su novia en la quinta presidencial de Olivos, las contrataciones al “chino” que visitaba Olivos, el aumento de la pobreza que llego al 42%, la inflación en 50%, el encierro de todos los argentinos con la cuarentena más prolongada de la historia de la humanidad, la gente que no pudo despedir a sus muertos, mientras ellos bailaban en Olivos, la incumplida promesa de aumento del 20% a los jubilados, mientras asegura en una entrevista que “ los jubilados pretenden vivir más y eso sale caro”, otórgale la libertad a más de 9.000 presos que hoy asolan a la sociedad, la excarcelación del condenado Boudou, Luis D Elia, Cristóbal López, la decisión de la AFIP de no continuar con la acusación contra la evasión de Cristóbal López por 12 mil millones, financiados ahora a 97 cuotas con un interés más bajo que la inflación y decenas de hechos, más que ya sería tedioso de enumerar.
Sin ningún prurito, CFK fue nuevamente va por todo, atropello y ganó, si bien lo hizo contra su débil e inútil creación, muestra que ella está al frente y eso a sus acólitos les fascina. Están convencidos que un líder debe ser fuerte y malvado, algo así como algunos de los dictadores del momento, Maduro, Ortega o Kim Yong Un. Ella los envidia, desearía poder hacer lo mismo, pero la sociedad se niega a ser arrasada. Incluso muchos de los suyos, por eso decidió contener la sangría.
Ella no tenía otro camino, las causas por corrupción que la tienen como jefa de asociación ilícita junto a sus hijos, no la dejan dormir, sabe que si pierde el poder, la curiosa justicia argentina reactivará los procesamientos que Fernández no le quitó de encima, “cumpla con los acuerdos” le dijo en su carta.
Así pues, llevo a todos los argentinos a pasear en el Titánica y sin botes salvavidas.
Los cambios de gabinete que había ordenado realizar, finalmente se están realizando y nuevamente el presidente (con minúscula) demostró ser solo un pusilánime, como me anticipara un legislador, que lo conoce muy bien, allá por Febrero de 2020.
Algunos de los elegidos para ocupar los ministerios, fueron denunciados por vínculos con el narcotráfico, muertes, corrupción, tal el caso de Aníbal Fernández o Juan Manazur que acarrea con demandas por enriquecimiento, lavado de dinero, por el uso del avión sanitario de Tucumán o compras una vacuna antigripal que genero millonaria ganancias para el dueño del laboratorio, Hugo Sigman quien no solo es su amigo, también lo es del presidente Fernández, y es quien lo benefició con la adquisición de vacunas contra COVID que no fueron entregadas en el momento que arreciaban las muertes, pero si recibió los fondos en su cuenta bancaria. Esta selección de ministros, claramente obedece a tener funcionarios con conocimiento y cintura política, de ahí los nombres, ambos son conocedores, sobre todo Aníbal Fernández, quien tiene experiencia en Buenos Aires y nación y conoce el territorio, pero evidencia la falta de estos cuadros en el oficialismo que puedan resistir un archivo o no hayan pasado por los tribunales o los estén transitando. Todo tiene que ver con todo.
Argentina quedo expuesta con la vergonzosa actitud presidencial, como podrá este hombre mantener una reunión, o conversaciones en foros internacionales con otros presidentes. ¿Que pensaran estos cuando lo escuchen? ¿Cómo se sentirá el ante presidentes de verdad cuando tenga que pelear por los derechos de nuestro país, podrá hacer su trabajo o se lo permitirán?
Sin duda la victoria a lo Pirro de Cristina Kirchner ante un botarate, le costara muy caro a La Argentina. Desde luego, olvidemos al nuevo canciller.
Tarántula:
Las tarántulas se comen al macho antes o después de copular según su personalidad. Desde luego en política no siempre existe el coito entre dos socios políticos, pero bien puede darse que uno de los socios se devore al otro.
Atacar y comerse al macho después de copular con él es un comportamiento común en las tarántulas. Sin embargo, se ha observado que, a menudo, las hembras devoran al macho incluso antes de copular.
Deglutirse al consorte político incluso antes de finalizar el mandato podría ser un comportamiento posible en nuestro país.
Nota de la R: Salvando las diferencias, momentos y circunstancias, el 29 de marzo de 1962, las FFAA derrocan al Presidente (aquí si la mayúscula) Frondizi y José María Guido, siendo Presidente del Senado ocupa el sillón de Rivadavia, supuestamente para que un militar no lo hiciera, “una muestra de gran respeto por las instituciones”.