Por David Alandete
El Pentágono informó el jueves de que el 20 de septiembre mató en Siria a uno de los actuales líderes de Al Qaida, encargado de la planificación y financiación de ataques en esa zona, Salim Abu-Ahmad.
El portavoz del Comando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU., el Mayor John Rigsbee, confirmó su muerte, y dijo que «no hay indicios de víctimas civiles como resultado del ataque», tal y como recoge el diario ‘Military Times’. Al Qaida ha quedado debilitada en la escena internacional tras años de persecución por parte de EE.UU. Además compite con otro grupo yihadista, Estado Islámico, nacido en Irak y presente en Siria y Afganistán. El 29 de agosto, otro ataque con drones de EE.UU., en Afganistán, mató a 10 civiles, incluidos siete niños. El objetivo era un trabajador humanitario afgano a quien el Pentágono creyó por error un militante yihadista. Tras la salida de Afganistán, y la muy probable retirada de Siria e Irak, EE.UU. tiene intención de depender cada vez más de ataques con drones, o aviones no tripulados, que ya son muy comunes en su estrategia contra el yihadismo.
“Salim Abu-Ahmad was responsible for planning, funding, and approving trans-regional al-Qaeda attacks,” Army Maj. John Rigsbee, a CENTCOM spokesman, told Military Times. “There are no indications of civilian casualties as a result of the strike." https://t.co/Ad1tcA5gJy pic.twitter.com/6ikAHCL1oi
— ArmyTimes (@ArmyTimes) September 30, 2021
Hace poco, tras la retirada de EE.UU. de Afganistán, el actual líder de Al Qaieda, Ayman al Zawahiri, publicó un extenso tratado sobre el grupo y su futuro. Se cree que Zawahiri, un egipcio de 70 años, se esconde en Afganistán o Pakistán. Según dijo el Pentágono, el líder de Al Qaieda muerto el 20 de septiembre en Siria era «responsable de la planificación, financiación y aprobación transregionales de los ataques» del grupo. Varios grupos de observadores del conflicto, como los Cascos Blancos, dijeron que el ataque con dron hizo estallar un vehículo que viajaba por un camino rural en el noroeste de Siria, en Idlib, zona controlada por los rebeldes que se oponen al régimen de Bachar el Asad. El vehículo quedó totalmente carbonizado, partido por la mitad, según una imagen. EE.UU. ha llevado a cabo ataques en Idlib anteriormente, dirigidos contra líderes y terroristas de Al Qaeda y el Estado Islámico. De hecho, allí mató en 2019 a Abu Bakr al-Baghdadi, que se escondía en la provincia tras proclamar el califato. No fue con un dron, sino con un comando de fuerzas especiales. Gran parte de Idlib y las provincias vecinas de Alepo siguen en manos de la oposición armada siria, dominada por grupos radicales, incluido Hayat Tahrir al-Sham, vinculado a Al Qaida.
Fuente ABC