Por Jaime Rosemberg
Vidal “va por todo” en su búsqueda de votos; Ginés y Vizzotti, una reconciliación a medias
4 de octubre de 20
ulminaba el almuerzo en el coqueto restaurant de Greenwich, a una hora de la ciudad de New York. El expresidente norteamericano Bill Clinton ya había monopolizado la charla, ante el éxtasis de Horacio Rodríguez Larreta, que escuchaba embelesado su análisis sobre la democracia en el mundo y la necesidad de “generar inclusión”, además de sostener “un equilibrio” entre el comercio con China y la “pertenencia” al bloque occidental. Llegó el momento de pagar la comida, y ambos se llevaron una sorpresa: un ciudadano albanés, que había estado observando la escena a distancia, había abonado la cuenta en agradecimiento por la política del entonces inquilino de la Casa Blanca y de Estados Unidos en el conflicto en Kosovo, a fines de la década del noventa.
“El hombre se acercó a la mesa, estaba muy agradecido, emocionado porque Clinton había apoyado la independencia de Kosovo contra los serbios, por eso terminó pagando él”, contaron cerca del jefe de gobierno porteño, quien estuvo acompañado por su secretario general, Fernando Straface y Rolando González-Bunster, amigo de Clinton desde sus tiempos de estudiante en la Universidad de Georgetown y promotor del encuentro, verdadera frutilla del postre del paso del jefe de gobierno porteño por Estados Unidos.
Quienes frecuentan al jefe de gobierno porteño lo escucharon decir que Clinton dejó una reflexión sobre su apoyo a las negociaciones de Argentina con el FMI en tiempos de Fernando de la Rúa. “Comentó que desde el envío de armas a la Guerra del Golfo, Argentina se había portado muy bien con los Estados Unidos. Y que los amigos estaban para apoyar”, interpretaron desde el edificio de la calle Uspallata, días después del regreso del jefe. El “posicionamiento internacional” de Rodríguez Larreta esperará “hasta después de las legislativas, aunque habrá una excepción: el alcalde porteño con proyecto 2023 piensa ir a la cumbre del clima, a principios de noviembre, en Glasgow. Se cruzaría, si todo marcha según lo planeado, con el presidente Alberto Fernández, que asumió como suya la “agenda climática” del actual presidente norteamericano, Joe Biden.
Vizzotti y Ginés, reconciliados pero no tanto
Mucha agua debajo del puente corrió luego de que el escándalo del denominado vacunatorio vip se llevara consigo la renuncia del exministro de Salud Ginés González García. El “dolor” del exministro con su vice y luego reemplazante, Carla Vizzotti, fue más que evidente y los tironeos entre ambos por cuestiones personales y profesionales se transformaron en silencio y distancia. Días atrás se produjo una especie de “reconciliación”, aunque acotada y parcial.
Sucede que el exministro festejó los 30 años de “su” universidad, I-Salud, con distintos encuentros virtuales que congregaron a los profesionales que pasaron por esas aulas. Entre ellos estuvo la propia ministra, que invitada por la organización participó de manera breve del panel virtual “Vacunación Covid-19, estrategias e impacto en distintos países de la región”, junto a profesionales como Catalina Pírez, Mirta Magariños e Isabella Ballalai. Desde el celular de su subsecretario, Juan Manuel Castelli, Vizzotti saludó de manera afectuosa a las participantes y dijo que “no quería no estar presente en los 30 años de I-Salud”, un saludo parecido al voto “no positivo” de Julio Cobos, aquella noche de la resolución 125 en el Senado.
“No pueden seguir peleados, ellos siguen siendo familia”, repiten cerca del exministro de Salud, e insisten en que “a Ginés le hicieron una cama, no sabemos quién fue”. Dejan de lado, al contrario de aquellos momentos que sucedieron a la difusión de la vacunación irregular, a Vizzotti y Cecilia Nicolini, a quienes sindicaban por lo bajo como las principales beneficiadas por el asunto del que Horacio Verbitsky diera los primeros detalles. Luego de un viaje y de algún altercado callejero en el que recibió destemplados insultos sin reaccionar, Ginés bajó casi a cero el perfil público y se refugió en la actividad académica, más allá de disfrutar, esta semana y como buen futbolero que es, del gol de Lionel Messi en su debut con el París Saint Germain y de los vaivenes de Racing Club en su partido con Estudiantes de La Plata.
Vidal promete “ir por todo” y busca votos peronistas
En tren de retomar la actividad en busca de votos en la ciudad, María Eugenia Vidal cenó el jueves pasado con exlavagnistas nucleados en IPE21 (Identidad Peronista), una agrupación que integran exfuncionarios de Cambiemos como Agustín Pesce, Francisco Gismondi y Mariano Caucino.
Luego de degustar un choripán y negarse delicadamente a beber una copa de vino, la cabeza de lista de diputados de Juntos por el Cambio sorprendió haciendo suya una frase de Cristina Kirchner en relación al futuro de la oposición. “Vamos por todo en el buen sentido”, la oyeron decir asistentes al cónclave, en relación a “adelantar ahora el debate de 2023″ y buscar, desde la presidencia de la Cámara baja, “imponer la agenda que queremos en el Congreso”.
Acompañada por sus exfuncionarios Federico Salvai y Gustavo Ferrari (quien declinó el choripán porque consume harinas solo los fines de semana), Vidal se mostró “más cómoda” que en la campaña para las PASO, porque como aclaró-Juntos por el Cambio “encontró una épica” para convencer a distintos sectores sobre las ventajas de votar a la oposición.
Fuente La Nacion