Los investigadores determinaron que las plantas genéticamente modificadas tenían hasta 17% más rendimiento de tubérculos que las plantas control cuando eran sometidas condiciones de estrés hídrico.
Científicos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) lideraron el estudio que fue publicado en “The Plant Journal” y financiado por fondos provenientes de la UBA y del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT), informaron desde la Agencia CyTA-Instituto Leloir.
“Comprobamos que la expresión de más proteína BBX21 mejora el comportamiento de las plantas al estrés reduciendo los síntomas de deshidratación en las hojas basales, produce más clorofila y tiene más fotosíntesis que le confiere mejor uso del agua transpirada por unidad de hidrato de carbono sintetizado”, detalló Botto.
El cultivo de papa es uno de los más importantes de la Argentina, con 80.000 hectáreas y una producción de más de 2,8 millones de toneladas.
“Una de las consecuencias del cambio climático global es la intensificación de las sequias con incrementos de la temperatura y la radiación que pueden limitar el crecimiento y los rendimientos de las plantas. Nuestro trabajo demuestra que estrategias de manipulación genética pueden ayudar a resolver los problemas de limitación de alimentos en ambientes limitantes de recursos como el agua en el suelo”, afirmó Botto.
Y agregó: “Estamos interesados en utilizar esta herramienta biotecnológica en otras especies como alfalfa y soja para generar mayores rendimientos de materia verde en especies forrajeras y de semillas en cultivos oleaginosos y otros”.
Con ese fin, Botto señaló que están “en busca de socios y colaboradores que quieran participar en este proyecto”.
Fuente Ambito