La colada de lava llegó hasta las aldeas donde los equipos de rescate todavía buscan a una docena de personas desaparecidas entre montañas de barro y restos volcánicos.
La nueva erupción obligó a las autoridades a suspender las operaciones de búsqueda en marcha, indicó el socorrista Saiful Hasan a la AFP y aseguró: “Es demasiado peligroso para los socorristas continuar”. Por el momento no se reportaron nuevas víctimas por estos episodios más recientes.
La catástrofe del 4 de diciembre dejó aldeas con calles completamente cubiertas de barro y cenizas, que devoraron casas y vehículos y obligaron a huir a más de 10.000 personas.
Indonesia, que cuenta con más de 130 volcanes activos, se sitúa en el llamado “cinturón de fuego” del Pacífico, una franja donde la fricción de placas continentales provoca una actividad sísmica y volcánica elevada.
El martes, un terremoto de magnitud 7,3 sacudió el este del país, aunque no generó víctimas ni daños significativos.
Fuente Ambito