
La mujer que llega sola a un pequeño pueblo desconocido y que, de audaz pasa a sentirse desamparada, suele ser la sustancia de historias de terror real o psicológico. Esas mujeres suelen cargar con un secreto, un pasado oscuro, una culpa (Hitchcock supo manejar eso con su habitual maestría) que las impulsa a huir, y que prefieren no mentir. Nat, Natalia, es una traductora que por fin pudo saltar de las traducciones comerciales al de una obra literaria, unas obras teatrales francesas. Eso la justifica ir a trabajar en La Escapa, un villorrio rural absolutamente marginal. Alquila una casa barata, lúgubre, llena de grietas y goteras. (Gastón Bachelard enseñó cómo la casa que uno habita habla de los problemas que uno tiene, y si estos avanzan o retroceden). La imagen que trata de ofrecer Nat, de mujer sola, segura e independiente, comienza a derrumbarse. El casero la agrede, la maltrata, y cuando ella le pide un perro para compañía le trae un pobre chucho indiferente a cualquier trato. Es la puerta de entrada a una pequeña comunidad de la que es difícil escapar. La bucólica idea de “la felicidad está en el campo” se va destrozando. Es la extraña y los otros los invasores de su privacidad, que andan buscando un chivo expiatorio de su pobre destino. Nat busca integrarse, se acerca a la chica de la tienda que cuando cumpla 18 piensa escapar de allí, íntima con Píter alto y desgarbado hippie, con Andreas el alemán que no es alemán, con Roberta la vieja loca que hace vaticinios y lee la mente. Todos parecen aceptarla, pero hay instantes donde lo banal deja de serlo para volverse amenaza, donde las palabras marcan diferencia y exclusión. Y eso en su aislamiento la remite a sus íntimos errores y fracasos. El amor es la búsqueda de un amor, y Nat no deja de tener aventuras sexuales, acaso buscándolo. Sara Mesa, la autora de “Un amor” ha dicho que quedó marcada con la película “Dogville” de Lars von Trier, pero poco tiene que ver el personaje de Nat con el de Nicole Kidman, y si es por el clima de creciente reclusión lo hubiera encontrado, entre otros, en su compatriota Luis Buñuel. “Un amor” es una novela atrapante, que ha sido considerada la mejor de España en el 2020, donde a cada instante aparecen metáforas iluminadoras como esa del final donde Nat tiene que volver a repetir su subida al monte El Glauco para poder mirar el pueblo y borrar aquel lugar atroz.