Los Ángeles, 3 ene (EFE).- Dos de cada tres residentes adultos de California han tenido cuando menos una “experiencia de violencia” (EV), incluyendo escuchar disparos en su vecindario, encontrarse en la acera con un altar a una víctima de muerte violenta o enterarse de un suceso violento a través de sus redes sociales, encontró un estudio de la Universidad de California en Davis revelado este lunes.
El estudio “Experiencias de violencia en la vida diaria entre adultos en California: Una encuesta representativa de la población” mostró que la violencia afecta indirectamente a la mayoría de los californianos.
Si bien la mayoría de las investigaciones se enfocan en la victimización personal, el equipo dirigido por el profesor Garen Wintemute adoptó una visión amplia para comprender cómo los actos de violencia quedan impresos en las comunidades.
“Nuestra principal conclusión es que casi todo el mundo es afectado por la experiencia de violencia, y somos un estado con tasas relativamente bajas de violencia con armas de fuego. Yo esperaría que la situación sea peor en muchos otros estados”, dijo en un comunicado Wintemute, quien dirige el Programa de Investigación para la Prevención de la Violencia de UC Davis.
El estudio, publicado en la revista Injury Epidemiology, estima que 3,4 millones de californianos pueden haber tenido tres o más experiencias de violencia, mientras 5 millones conocen personalmente a varias personas a las que se les ha disparado intencionalmente.
Asimismo, 3 millones conocen personas que pueden estar en riesgo de cometer actos de violencia contra ellos mismos o contra los demás.
“Tuvimos personas que respondieron que pasaron por altares conmemorativos en las aceras 25 veces o más a la semana. Y pensé, ¿en qué momento vivir en tu vecindario se parece a vivir en un cementerio? ¿Qué le hace eso a tu sentido del futuro para tu comunidad y para ti mismo?”, dijo Wintemute.
La encuesta se da a conocer pocos días después de la muerte de la inmigrante chilena Valentina Orellana Peralta, de 14 años, que falleció el pasado 23 de diciembre en medio de un operativo del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) para detener a un sospechoso de agredir a clientes de una tienda de ropa.
El deceso de la joven ha generado una gran ola de críticas contra los operativos de la Policía, aunque defensores de las autoridades han apuntado a la creciente violencia en las calles de Los Ángeles, y del estado.
El operativo de los agentes del LAPD se dio tras varias llamadas de alerta sobre un posible asalto con arma mortal y avisos posteriores acerca de disparos en la tienda Burlington Coat Factory, en North Hollywood.
Al llegar a la tienda, los agentes encontraron a un sujeto que intentaba asaltar a una mujer ensangrentada por lo que abrieron fuego contra el atacante, que murió en el lugar. Las balas disparadas por un agente atravesaron la pared de un probador donde Valentina se encontraba con su madre.
Fuente El Mundo USA