De entre esos más de 200 Corvette, hay cinco que llaman especialmente la atención y que tienen muchos visos de obtener un precio de venta elevado debido a las cualidades históricas que distinguen a cada uno de ellos en cuanto a importancia y valor.
El más prestigioso de ellos es una leyenda de la competición, el Corvette Z06 «Gulf One» de 1963, que es uno de los Corvette de carreras de producción más exitoso de la historia. Además, es de lo más exclusivo, pues es uno de los únicos 14 Corvette de producción destinados específicamente a la competición.
Otros dos Corvettes de 1963 también son destacables. El primero es un coupé Z06 Split Window que ha ido acumulando galardones a lo largo de los años. El cupé no ha sido restaurado, con pintura, cristales, interior y tren motriz originales, cuenta con 62.700 kilómetros en el velocímetro y estuvo con su propietario original durante 43 años. El otro es un coupé Z06/No3, uno de los 63 con el tanque de combustible No3 de 136 litros y con un motor de 360 CV.
Un par de Corvette roadsters de 1957 también merecen nuestra atención. Uno es el Chevrolet Super Sport Show Car que debutó en Nueva York en enero de 1957 para presentar la inyección de combustible Rochester. El otro es un ejemplar «Big Brake Airbox», uno de los 44 producidos y que hizo sus pinitos en la competición.
En definitiva, un paraíso para los aficionados a los Corvette que seguro que pujarán muy fuerte (aquellos cuya economía se lo permita) para hacerse con ellos.
Fuente Ambito