Melchor, Gaspar y Baltasar ultiman los preparativos para llenar da magia todos los recovecos de la ciudad. Sus pajes trabajan en la puesta a punto de los regalos; los dromedarios descansan tras un largo viaje desde Oriente; y en la vía pública se dan los remates definitivos para recibir a la comitiva, en el pasacalles más ilusionante tras dos años sin recorrer el paseo de la Castellana por la pandemia. Un gran telescopio, de ocho metros de altura, servirá a los Reyes Magos para seguir el rastro de la estrella en su recorrido hasta el Palacio de Cibeles, en el que estarán acompañados por un cortejo formado por más de mil de personas. La cabalgata –que recupera el horario y recorrido habitual, de 18.30 a 21 horas, desde Nuevos Ministerios hasta Cibeles, aunque sin caramelos por el avance de Ómicron y 7.000 asientos preasignados– se celebra bajo el lema de ‘El universo sobre nuestras cabezas’ y hace un homenaje al conocimiento, ya que gira en torno al ‘Auto de los Reyes Magos’, el texto teatral más antiguo conservado en lengua española (siglo XII) que se encuentra depositado en la Biblioteca Nacional. En él, los Magos aparecen como «sabios conocedores de los secretos del cielo». En la primera escena, que estará narrada por la emisaria real, descubren una nueva estrella que les guía hasta el pesebre de Belén, allí llegan con el oro, el incienso y la mirra. Melchor, en su carroza azul, será hoy el sabio astrólogo. Cargado con el oro, tratará de explicar a todos los niños que es un elemento que simboliza la luz solar, la inteligencia divina y los bienes espirituales. Gaspar, de rojo, es el alquimista, con el incienso que representa la limpieza espiritual y un puente entre lo humano y lo divino. Y Baltasar, de verde, el botánico, lleva la mirra procedente de los árboles de África, que simboliza a Dios como hombre y reconoce su carácter mortal. Las carrozas reales tienen también un importante guiño a ese ‘Auto de los Reyes Magos’: representan pergaminos y papiros que atesoran todos los descubrimientos y maravillas del universo. «La de hoy es una cabalgata imaginativa que recoge la tradición de los Reyes, no solo como magos sino como sabios. Queremos que los niños miren al cielo con esa curiosidad que hace siglos lo miraron Sus Majestades de Oriente», explica el director artístico del desfile, Paco Azorín. La llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar la anunciará un ‘dundu’, un gigante de luz, que simboliza el valor y el amor de los abuelos. En Cibeles se encontrará con su nieta, Carla, para enseñarle la magia de la Navidad y darle una gran sorpresa: saludar en persona a los Reyes Magos. Por primera vez, además, los tres emitirán un discurso cuando se suban al escenario de la plaza, punto final del recorrido. Jinetes y acróbatas
Todo el simbolismo de la cabalgata está acompañado por 15 jinetes del Escuadrón de Caballería de la Policía Municipal y tres bailarinas de la compañía italiana Studio Festi que portarán esferas de seis metros de diámetro que serán el sol, la luna, el cielo y las estrellas avistados por el gran telescopio. Luego, llegará el turno de ‘Planetarium’, un espectáculo formado por diez planetas flotantes que llenarán el espacio de luz y color. Finalmente, será el turno de ‘Estrellas Luminosas’, con 17 cuerpos celestes de más de dos metros que representan el firmamento en movimiento y que serán portadas por varios artistas. Tras ellos hará aparición por las calles de Madrid la comitiva real, con los pajes del conocimiento y los aprendices. Melchor estará precedido por una manada de ocho osos luminosos (animales articulados) llegados desde los confines del Cáucaso, además de marionetas gigantes, bailarinas y zancudos. Gaspar hará lo mismo con un elefante de Sri Lanka, un mamífero mecanizado de 5,5 metros de altura; y a Baltasar lo guiarán por tres dromedarios, estos sí reales, procedentes de Cantabria. El desfile concluye con la presencia de quince jirafas mecanizadas que estarán acompañadas por diferentes efectos pirotécnicos. En total, más de mil personas formarán la cabalgata más esperada. El vestuario, a cargo de la sastrería Peris, ha tardado dos meses en confeccionarse; las carrozas han sido realizadas por la empresa Proasur, especializada en producciones culturales y primerizos en la cabalgata, que han tardado un mes en producirlas. En ellas han trabajado 40 personas. «Es la obra más efímera que hemos construido, pero es muy ilusionante. La experiencia ha merecido la pena», afirma Chema Martín, responsable de la producción. Pero no solo en el paseo de la Castellana habrá magia. En Cibeles, desde las 18.50 horas, se podrá disfrutar de las actuaciones del Coro de Jóvenes de Madrid, espectáculos circenses y acróbatas, además de un espectáculo pirotécnico al remate del acto. El desfile, marcado por la pandemia, estará custodiado por un amplio despliegue policial que tratará de evitar las aglomeraciones. Claves de la comitiva Horario y recorrido El desfile, formado por diez carrozas y más de mil participantes en la comitiva, recupera su horario y recorrido habitual: de 18.30 a 21 horas. Saldrá desde Nuevos Ministerios hasta llegar a la plaza de Cibeles pasando por todo el paseo de la Castellana. Asientos reservados Por el avance de la pandemia, el Ayuntamiento de Madrid puso a disposición de los ciudadanos 7.000 asientos para ver la cabalgata en las gradas instaladas en la vía pública. Se agotaron en doce minutos. Recomiendan que solo asistan aquellos que consiguieron entrada y siempre con mascarilla. Despliegue policial Con el objetivo de evitar las aglomeraciones, unos 500 efectivos de la Policía Municipal reforzarán su presencia en las zonas donde, tradicionalmente, se concentra más público. Habrá drones de apoyo para controlar el desarrollo de la cabalgata desde el aire. Cortes de tráfico Desde las 10 se cerrará al tráfico rodado la Castellana, desde Raimundo Fernández Villaverde hasta San Juan de la Cruz; desde las 12 hasta las 3, entre el paseo del Prado y la plaza de la Lealtad, así como Cibeles, y a partir de las 18 horas toda la zona del recorrido. 29 líneas de autobús sufrirán desvíos.
Fuente ABC