La explosión de contagios de coronavirus por la variante Ómicron está dejando otra derivada a nivel laboral: más de 49.000 personas estuvieron de baja en diciembre en la Comunidad Valenciana, un 427% más que el mes anterior. La situación, explican desde la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo, no tiene visos de remitir en las primeras semanas de enero. Por ello creen que el colapso de los centros de salud podría aliviarse estableciendo un mecanismo a nivel nacional por el que los facultativos tramitaran simultáneamente los partes de baja y de alta en un solo acto médico, con una duración de siete días. De este modo, aseguran, solo tendrían que contactar de nuevo con Atención Primaria aquellos trabajadores que continúen teniendo síntomas una vez cumplido el plazo establecido en el nuevo protocolo que el Gobierno pactó la semana pasada con las comunidades autonómas. Precisamente, uno de los sectores más afectados en esta cuestión desde el inicio de la pandemia ha sido el sanitario. De hecho, la Comunidad Valenciana cerró 2021 con 1.239 profesionales de baja en los centros sanitarios de la región. De ellos, 865 eran casos confirmados, mientras el resto (374) se encontraban en cuarentena por ser contactos estrechos de positivos, según los datos de la Conselleria de Sanidad proporcionados a ABC por el Sindicato Médico CESM, con fecha de 31 de diciembre. El departamento de salud de La Fe de Valencia es el más afectado, con 130 miembros del personal inmovilizados. En concreto, el sistema sanitario valenciano contaba a finales de la semana pasada con 318 facultativos, 420 enfermeras y 222 auxiliares menos. El resto del personal afectado eran, entre otros, celadores (66), técnicos (50) o administrativos (93).
Fuente ABC