El IPC se modera su escalada al 6% en enero sin que el INE haya modificado el cálculo de la luz

La inflación dio una pequeña tregua en el mes de enero moderando su escalada desde el 6,5% en el que cerró el año 2021 al 6%. El INE ha publicado este lunes el dato adelantado del IPC de enero en el que introduce la actualización quinquenal de la cesta de la compra para adaptarla a los nuevos patrones de consumo de las familias. Uno de los cambios más relevantes era el de la electricidad, ya que el INE iba a incorporar los datos del mercado libre que hasta ahora no estaba midiendo y que suponen ya en torno a la mitad del consumo de luz en España y cuya evolución es mucho más estable que la del mercado libre.

Sin embargo, el INE ha anunciado que aún no ha actualizado el cálculo de la electricidad, debido a que necesita “obtener la información que han de suministrar las compañías eléctricas con un suficiente nivel de detalle y con los criterios técnicos necesarios que permitan aplicar una metodología consistente con los requerimientos exigidos en el cálculo del IPC”, ha comunicado el instituto en una nota de prensa. Esta metodología podría explicar la gran volatilidad que registran los precios de la electricidad en España, en comparación con los cálculos del resto de institutos nacionales de los países europeos y, por extensión, las grandes oscilaciones del IPC español. “Es preciso mantener en los proximos meses la actual colaboración del INE con las empresas eléctricas con el fin de llegar a un sistema de obtención de información que se adapte a los requerimientos del IPC”, explica el INE.

El INE lleva años midiendo mal el impacto de la luz en el IPC y prepara cambios para 2022

Juan Cruz Peña Javier G. Jorrín

De esta forma, la moderación en el precio de la electricidad en el inicio del año no responde a un cambio en la base de cálculo del INE, sino a que el mercado mayorista ha dado una tregua en el inicio del año. Esto ha permitido que los precios bajaran cinco décimas en el inicio del año, el primer descenso mensual desde el pasado mes de julio. En el dato adelantado, el INE no desagrega por productos y servicios la variación de los precios, pero sí apunta que “destaca la bajada del precio de la electricidad, frente a la subida registrada en enero de 2021”. En concreto, en enero de 2021 la electricidad subió un 13,4%.

En cualquier caso, la eslacada de precios se mantiene en niveles muy elevados, iniciando el año con una subida de los precios del 6%. Por ejemplo, la electricidad subió un 72% en 2021 (con la base que utiliza el INE) y las gasolinas subieron más de un 23%. Por mucho que su subida se modere en el inicio del año, seguirá siendo muy acusado. La subida del gas estuvo contenida, ya que el Gobierno topó los precios el pasado mes de septiembre, acumulándose un déficit de tarifa que los consumidores tendrán que abonar a partir de la próxima primavera.

A medida que pasen los meses, es de esperar que el efecto base vaya tirando hacia abajo del IPC. Ahora mismo la inflación se mide comparándola con meses en los que la pandemia seguía muy activa y, por tanto, los precios estaban muy bajos. Así se mantuvieron hasta febrero de 2021. De hecho, el IPC de ese mes fue del 0,0%, reflejando así la congelación de los precios provocada por el covid. Sin embargo, en marzo de 2021 todo cambió gracias a las vacunas y la economía empezó a despegar, generando desequilibrios entre oferta y demanda y disparando los precios.

En el mes de abril el IPC ya subía más de un 2% en tasa anual y en agosto superó el 3%. Es difícil que en 2022 se pueda repetir este ritmo de escalada de los precios, lo que provocará que la inflación se modere por este efecto base (al compararse con con meses en los que los precios ya estaban altos).

La inflación subyacente, por el contrario, sí que siguió subiendo en enero. Este indicador excluye el comportamiento de los precios energéticos y de los alimentos frescos, que son los componentes más volátiles del IPC. En concreto, avanzó tres décimas, hasta el 2,4%. Este es el dato más elevado desde octubre de 2012, hace casi una década, y muestra cómo la inflación va permeando lentamente hacia todos los productos y servicios de la cesta de la compra. Las empresas cargaron el encarecimiento de los costes sobre sus márgenes durante la mayor parte del año 2021, pero a medida que la subida de la energía y de los bienes intermedios se consolidaba, no han tenido más remedio que comenzar a subir sus precios.

Este proceso es el que refleja el indicador del IPC subyacente. En cualquier caso, la diferencia entre los dos indicadores (IPC general en el 6% e IPC subyacente en el 2,4%) indica que la mayor parte de la subida de la inflación todavía se debe a la electricidad y los combustibles. En los próximos meses este reparto debería cambiar y llegará el momento clave de saber si la inflación se modera una vez que los precios energéticos terminen su escalada actual.