Por Daniel Romero
Rusia desplego en las fronteras con Ucrania más de 120.000 efectivos militares, aviones, tanques y buques, incluso desde la vecina Bielorusia con provocadoras declaraciones del presidente Aleksandr Lukashenko se alentaba la sinrazón, pero ahora Rusia aseguro ante la ONU que no existen intenciones de invadir y que nunca las hubo.
Mientras tanto, Ucrania llevo de 100.000 a 350.000 efectivos de infantería y se hizo de armamento defensivo de última generación para hacer frente a la amenaza rusa.
El día lunes la tensión entre EE.UU y Rusia tuvo una fuerte escalada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, mientras que el presidente Joe Biden, advirtió a Moscú que sufrirá “severas consecuencias” si abandona la vía diplomática.
Cerca de 500 jerarcas rusos manejan cientos de miles de millones de Euros de la corrupción, e incluso, muchos de estos seria testaferros de Vladimir Putin. Una parte importante de estas fortunas estarían en Inglaterra y un acorralado por los escándalos políticos, Boris Johonson que necesitaría una fuerte acción para sobrellevar su crisis, aseguro que sería muy duro con las sanciones, en sintonía con la advertencia de Biden.
Vasily Nebenzya, embajador ruso, dijo que Estados Unidos alimentaba la “histeria” sobre Ucrania y estaba “provocando una escalada”, al tiempo que aseguraba “No hay invasión prevista, nadie lo ha dicho, sino todo lo contrario”. ¿Se bajan los decibeles?
Al tiempo, la embajadora Thomas-Greenfield, sentenció: “Si Rusia invade aún más Ucrania, ninguno de nosotros podrá decir que no lo vimos venir. Y las consecuencias serán horribles, por lo que esta reunión es tan importante hoy”.
¿Sera que la firmeza europea (Alemania con dubitante) y americana de imponer sanciones a los capitales de los jerarcas rusos va haciendo mella en la prepotencia rusa que pretende condicionar a un país soberano con quien asociarse?
¿Es finalmente el bolsillo, el órgano más sensible del hombre?
La historia militar rusa invita a no creer mucho en las promesas del “mientras tanto”