Además, el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, y los funcionarios del Ministerio suprimieron el requisito de las pruebas para los israelíes no vacunados que deseen viajar al extranjero. Sin embargo, a los no vacunados se les puede seguir pidiendo que presenten un test de coronavirus negativo al llegar a su destino.
Los viajeros que hayan experimentado síntomas relacionados al virus en las dos semanas anteriores a su vuelo deben presentar una prueba rápida de antígenos (RAT) negativa realizada en un centro de pruebas reconocido.
Además, las residencias de ancianos y los clubes sociales de la tercera edad también requerirán una RAT. El Estado subvencionará parcialmente a las instituciones que instalen sus propios puestos de pruebas de antígenos. También, los trabajadores de la asistencia social, la salud y la educación no vacunados ya no tendrán que hacerse la prueba dos veces por semana.
El nuevo esquema está pendiente de la aprobación de la Comisión de Constitución, Derecho y Justicia de la Knesset.
Fuente Vis a Vis