Por Dr. Jorge Corrado* Especial Total News Agency-TNA-
“Quien no tenga cerebro para prever deberá tener espaldas para aguantar”
Proverbio italiano
Con la evolución histórica del narcotráfico y de su gran poder corruptor de todas las estructuras sociales, hemos alcanzado un estadio en el que, a través de su magnífica flexibilidad estratégica para la maniobra de captación y conservación del negocio, el ESTADO-NACION está en proceso de disolución.
Una serie de factores han producido su dispersión jurídica, la imposibilidad estatal de retención exclusiva de la soberanía y el monopolio de la fuerza, la carencia de previsiones estratégicas ante la diversidad y complejidad del conflicto en evolución, además de la imposibilidad legal de tomarlas de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico vigente. Si no se revierte éste proceso histórico nos encontraremos con un Estado feudalizado, un vacío de poder o una transferencia del mismo, en favor de estructuras supranacionales, de carácter Imperial, o de sus vicarios regionales.
Y el hecho que potencia ésta afirmación es la visita que ha realizado el Presidente argentino a Rusia, en la cual en una manifestación pública transmitida en forma directa a los medios le expresó al mandante soviético Vladimir Putin, que quiere dejar atrás “la dependencia” con los EEUU y ofreció que Argentina sea “la puerta de entrada de Rusia a América Latina”.
Además manifestó: “El contexto es muy favorable para vincularnos más entre Rusia y la Argentina. Tenemos que ver la manera de que Argentina se convierta en una puerta de entrada de Rusia en América Latina, para que Rusia ingrese de una manera más decidida”, dijo el jefe de Estadoargentino.
La gravedad institucional que generan éstas afirmaciones, propias de un analfabeto en política internacional, realizadas en un contexto donde Argentina viene mendigando al FMI algún salvavidas para renegociar la deuda, y en el preciso momento de crisis en el “Heartland” euroasiático, trascendente conflicto geopolítico en el corazón de Asia Central, como lo es Ucrania, rememorando los momentos más álgidos de la Guerra Fría, y nuestro ilustre mandatario haciendo afirmaciones en representación de la Nación Argentina que dan vuelta la historia desde 1853 a ésta parte, dejando de pertenecer al mundo Occidental para ser un satélite neo-marxista. Recordemos que Occidente está compuesto por tres elementos: el pensamiento filosófico griego, el derecho romano, y la herencia religiosa judeo-cristiana. Y los tres están siendo socavados desde distintos actores internacionales.
Alterar la pertenencia a una cultura y a una identidad trae siempre consecuencias trágicas. Solamente recordemos las guerras civiles que nos asolaron.
Pareciera que lo que no lograron Santucho, Firmenich, y los guerrilleros castro-guevaristas que azotaron nuestra región, lo está consiguiendo un intrascendente funcionario público con un mandato por dos años, poniendo en riesgo no sólo su ya deslucida e irrecuperable imagen de mandatario bifronte y ambivalente, rayano a lo patético, sino la seguridad estratégica del País y la Región.
Establecer una alianza explicita y en forma tan prostibularia ante un presidente como Putin, que de distraído no tiene nada, como ex espía y agente de la KGB durante años, es un regalo demasiado preciado para un imperio que renace luego de la caída del muro y que necesita imperiosamente energía y alimentos, al igual que China.
Y cuando ésta tragicomedia se concretaba en Moscú, de pronto aparece en los medios nuestra propia serie de terror vernácula. Cientos de jóvenes “envenenados” por un raro elixir incorporado a la cocaína que provoca la muerte de 23 personas y un centenar de internados en estado grave. Y por un extraño efecto de la casualidad durante dos días decenas de “comunicadores” “especialistas en seguridad y en narcotráfico”, ocuparon todas las emisiones de radio y televisión explicando lo inexplicable y descubriendo que la droga mata, pero no la “buena” que seguramente es simplemente recreativa o una simple adicción. Hasta el Ministro de Seguridad de la provincia anunció “que por favor si compraron droga hoy no la consuman…!!!” Nadie entrevistó a la ex Ministra de Seguridad de la Nación para saber por qué hace poco tiempo atrás disolvió la Subsecretaria de Lucha contra el Narcotráfico. Se comprende, es antropóloga.
Un despliegue policial casi comparable a la detención del Chapo Guzmán, para ubicar al gran dealer de la zona ..”el Paisa”, con abundante cobertura mediática para comprobar que el Estado está presente y que se combate con toda la fuerza posible al “Narcotráfico”, simbolizado en éste patético personaje, lumpen de poca monta, que sólo representa el último eslabón de la tragedia.
“El Paisa” se convirtió de la noche a la mañana en el Lee Harvey Oswald del 22 de noviembre de 1963 en ese cine pulgoso de Dallas. El gran culpable de la “intoxicación” mala. De la intoxicación buena nadie habla, por supuesto. Ni del narcotráfico real menos. Solo de un solitario y diminuto “Paisa”, y de algún otro hampón de pacotilla, símbolos del “eje del mal del conurbano”. Que por supuesto lo son, pero sólo son un puñado dentro de millones. Hay miles de Paisas y decenas de miles los intoxicados. Pero allí no están las cámaras, los funcionarios ni los “expertos”. EL ESTADO ESTÁ AUSENTE. Sólo la desesperación de las madres y sus hijos muriendo día a día, en un genocidio lento y constante desde hace 30 años.
Y por supuesto ausente también la información y debate sobre las concesiones políticas de nuestro mandatario en su viaje nada menos que a China y Rusia, una vez más para poner cara de simpático y agradar con algunos “regalitos estratégicos y geopolíticos” a líderes inexpertos e improvisados como Putin y Xi Jinpin. Seguramente será un gran triunfo de la diplomacia argentina.
El narcotráfico es otra cosa. Hace varias décadas venimos alertando como ésta amenaza junto al terrorismo constituyen el principal riesgo estratégico a la sobrevivencia del Estado. Y se trata de una amenaza estratégica, no de nivel policial. Para que exista Narcotráfico deben darse tres condiciones: Acceso a las redes de poder, mucho capital financiero y aparatos de violencia propios. Y hoy en 2022 el riesgo estratégico es la sobrevivencia del Estado en todo Hispanoamérica.
Pero nuestra legislación de indefensión expresa totalmente lo contrario. La riqueza de los narcotraficantes les confiere poder territorial, político y de violencia. Y aunque pareciera en superficie carente de sustento ideológico, está siendo considerado un factor subversivo, constituyéndose en una cuestión estratégica de primer orden, en prioridad de la dirigencia política de los países involucrados y en una cierta categoría de conflicto de Baja Intensidad.
La definición aparece clara en el “Dictionary of Military and Associated Terms”:
“El Conflicto de Baja Intensidad es una lucha político-militar limitada, para lograr objetivos políticos, sociales, económicos o psicológicos. Es, muchas veces, prolongado y varía desde presiones diplomáticas, económicas y psicosociales hasta el terrorismo y la insurgencia. El CBI normalmente está limitado a un área geográfica, y muchas veces se caracteriza por constreñimientos en las armas, tácticas y en el nivel de violencia”.
De nada nos serviría nuestra capacidad intelectual si somos culturalmente indiferentes a éste conflicto. Si nos planteamos legalizar la droga, o asociarnos a sus negocios financieros, es demostrativo QUE NO POSEEMOS FUERZA MORAL PARA SUSTITUIR A LA FUERZA FISICA, QUE TAMPOCO TENEMOS. LA DROGA ESTA PROHIBIDA PORQUE ES DESTRUCTIVA Y NO ES DESTRUCTIVA PORQUE ESTÁ PROHIBIDA. Si alteramos la ecuación caeremos en la trampa discursiva. Y la clave son los valores, siempre.
Y para ello citaremos a Platón cuando decía: “La Libertad sin Ética es Anarquía”. Hemos dejado a las sociedades sin ningún tipo de regla, de orden, de disciplina, en absoluto libertinaje, y no le hemos inculcado Valores, por lo que el hombre se ha transformado en esclavo de su propia circunstancia. No existe la Libertad sin la Responsabilidad. Son las dos caras de la misma moneda.
Los ejemplos diarios de la ciudad de Rosario y del AMBA, son una clara muestra del grado de descomposición al que hemos llegado. Pero no debemos confundir Narcotráfico con Drogadicción. Esta última, que es un verdadero genocidio en el pueblo argentino, es un tema de salud pública, el NARCOTRÁFICO ES UN TEMA DE SEGURIDAD ESTRATÉGICA DEL ESTADO.
El narcotráfico internacional siempre realiza una maniobra estratégica indirecta, nunca combate militarmente al Estado, salvo cuando sus instituciones se opongan, de allí su peligrosidad y ésta es la característica esencial del Crimen Organizado Transnacional, su capacidad de guerrear contra el Estado. En México mueren 100 personas por día por éste flagelo. Llevan más de 120.000 en los últimos 10 años, el doble de los muertos de EEUU en Vietnam en 15 años de guerra.
Ésta estrategia indirecta de diseminar las drogas, explotando la misma de manera sistemática, representa las siguientes ventajas:
– El tráfico proporciona divisas del mundo occidental, que sirve para financiar todo tipo de operaciones clandestinas, incluidas operaciones terroristas.
– La salud y la moral de las fuerzas occidentales serán vulneradas. El “factor humano”de las defensas, debilitado, sin recursos de rápida rehabilitación.
– Los colegios y centros educativos constituyen un blanco prioritario, ya que son la cuna de los futuros dirigentes occidentales.
– Minar, y si es posible destruir la filosofía puritana y tradicional del trabajo: “the work ethic”, es decir el orgullo del trabajo bien hecho.
– La pérdida de la influencia de la Iglesia y la Religión.
– Si el mundo occidental está ligado al destino de los EEUU, y a su posición como poder mundial, una vez que su sociedad se haya entregado a las drogas, “estaría madura para el caos y la desintegración”.
– Los estragos provocados por la droga resultarían atribuibles a la corrupción y a la naturaleza misma de las “decadentes sociedades capitalistas”.
– El campo de acción estratégico para ésta acción resulta ilimitado: salud pública, enseñanza, productividad, justicia, servicios secretos, defensa, seguridad interior, mediante
la corrupción y el chantaje.
El narcotráfico se introduce en el bagaje de elementos capaces de influir en el equilibrio estratégico mundial. Deteriora la productividad, eleva sideralmente los costos sanitarios y sociales, destruyendo al sujeto de toda política: EL HOMBRE y al mismo andamiaje democrático por la corrupción y la criminalidad que le resultan indispensables aliadas. Por eso es una amenaza estratégica y no policial o de Seguridad Pública.
Clausewitz decía: “La guerra no es un choque entre dos fuerzas, sino entre dos voluntades”. Las Fuerzas Armadas y el Poder Judicial, son víctimas permanentes de estrategias indirectas de comunicación. Una recordada máxima de Napoleón decía: “en la guerra moral se relaciona con lo físico en proporción de 3 a 1 “.
El Mariscal de Campo Bernard Montgomery, nos enseña: “En la guerra el enemigo está claro. En la paz, una Nación se enfrenta con un adversario más insidioso, LA DEBILIDAD INTERIOR, la cual por sí sola ocasiona la ruina de grandes naciones….el peligro interior estará siempre presente y debe mantenérsele dominado… si un lujo exagerado se apodera de los hombres de una Nación y se descuidan las cualidades marciales, ésa Nación probablemente se hundirá. La moral es el factor más importante sobre el cual se levanta el potencial guerrero…”.-
En el conflicto con el narcoterrorismo es donde la escalada y el empleo de medios militares-policiales no conforman el elemento esencial. “A mayor hundimiento moral de un país, mejorarán significativamente las posibilidades del enemigo”.-
Existen seis “I” que motivan nuestra decadencia como Nación: Indiferencia, Incumplimiento de los deberes de Estado y de Ciudadano, Incoherencia, Ineptitud, Ideologismo en detrimento de los valores cristianos aplicados, e Injusticia.-
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ha expresado: “…son sus democracias las que están siendo violadas, sus hijos los que se vuelven adictos y son sus jueces, sus policías y militares los que se corrompen…” Y agregó “…el problema del narcotráfico se ha convertido en una de las hipótesis de conflicto más significativa en el siglo XXI.
En uno de sus últimos informes anuales ha expresado que Argentina es el país de mayor consumo per cápita de cocaína en América (salvo EEUU), en la franja de edad de estudiantes secundarios. Esta realidad es una bomba neutrónica dentro de una sociedad y debería acaparar la atención de las máximas autoridades políticas del Estado. Pero nada de ello ocurre. Sólo buscar al “Paisa”!!!.
Sepamos que estamos indefensos ante esta agresión transnacional. Los cimientos de nuestras instituciones están siendo corroídos desde hace años. Ante el probable agravamiento del conflicto iberoamericano, el narcoterrorismo se expandirá indefectiblemente hacia áreas donde el Estado se encuentre ausente y carezca de “Imperium”. Ingresaremos de la mano de Rusia y China a enfrentar en su patio trasero a la política exterior de EEUU, la OTAN y la Unión Europea. Un vez más estamos a contrapelo de la historia, y eso se paga muy caro a nivel internacional.
Nuestro sistema de Defensa está magníficamente adecuado a amenazas del siglo XIX. Carece de previsiones estratégicas, por ignorancia o complicidad. Es el resultado de las Leyes de Indefensión que supimos conseguir. Cuando despertemos a la realidad, será demasiado tarde.
Mientras tanto el Paisa y sus secuaces serán los símiles de Al Capone, mientras el Presidente y el Espía nos conducirán al conflicto de mayor gravedad geopolítica y estratégica de nuestra amada Argentina.
*Dr. Jorge Corrado.
Coordinador del Área de Seguridad y Defensa, Profesor del Máster de Historia Militar y del Máster de Inteligencia del Instituto de Estudios en Seguridad Global de España (iniseg.es). Director del Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires.