
Estados Unidos se retiró del acuerdo original en 2018, bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump, alentado por Israel. Diplomáticos dijeron a Reuters la semana pasada que un nuevo acuerdo estaba tomando forma.
“Estábamos descontentos con el acuerdo para empezar y, por supuesto, estamos más descontentos con el acuerdo (emergente)”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Yair Lapid, a líderes judíos de Estados Unidos. “Pero hay un diálogo con el gobierno estadounidense sobre varias cuestiones que rodean este acuerdo”.
Entre ellas, dijo, la demanda de Teherán de que el Cuerpo de Guardias Revolucionarios iraníes sea retirado de la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos. El mensaje de Israel, dijo Lapid, fue: “Esto es un error. No lo hagan”.
Irán y el gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, no han confirmado tal demanda.
Lapid dijo que Israel y Estados Unidos también estaban discutiendo “otras formas” -que no detalló- de impedir que Irán avance lo suficiente en proyectos como el enriquecimiento de uranio para alcanzar el umbral de capacidad para desarrollar una bomba nuclear. La República Islámica niega estar buscando armas nucleares.
En la Conferencia de Presidentes de las Principales Organizaciones Judías, en tanto, el ministro de Transporte, Merav Michaeli, se refirió a las conversaciones posteriores al acuerdo con Washington.
“Tendremos que trabajar en un acuerdo complementario entre Israel y Estados Unidos”, dijo Michaeli, quien al igual que Lapid es miembro del gabinete de seguridad.
Israel dice que no estará sujeto a ningún acuerdo y que podría llegar a tomar medidas unilaterales contra las instalaciones nucleares iraníes.
Fuente Ambito