Ni siquiera ha llegado al mes de vida y ya está en los tribunales. La nueva ordenanza de terrazas de la capital, que inflamó el enfado vecinal por los veladores Covid, entró en vigor el 1 de febrero y, este miércoles por la mañana, el PSOE ha presentado un recurso en su contra ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). «Queremos llegar hasta el final porque queremos devolver el espacio público a los vecinos, que es de donde nunca tuvo que salir», ha declarado a las puertas de los juzgados la portavoz del grupo socialista, Mar Espinar. Ahora toca esperar la respuesta del Ayuntamiento de Madrid. La normativa, que sustituye el texto de 2013, ha sido diseñada por el Área de Coordinación Territorial, en manos de Ciudadanos, e impulsada por la propia vicealcaldesa, Begoña Villacís, que desde el principio ha asegurado perseguir el consenso entre vecinos y hosteleros. Sin embargo, las asociaciones de residentes han rechazado una ordenanza que consideran hecha a medida de la hostelería, amenazando también con recurrir unas modificaciones que comprometen la convivencia. Aunque las 2.000 ampliaciones de las terrazas Covid desaparecieron el 1 de febrero, las situadas sobre bandas de aparcamiento permanecerán hasta 2023, salvo aquellas en zonas de protección acústica (ZPAE) y en las denominadas «zonas saturadas», todavía por definir. Al margen de este galimatías, la norma también abre la mano a instalar veladores en esquinas y zonas terrizas, así como mesas altas y taburetes junto a las fachadas. «Hay un incumplimiento claro del principio de buena administración en lo que se refiere a la salud pública y al impacto medioambiental», ha trasladado Espinar, que también ha mencionado la «falta de informes» sobre el impacto de la ordenanza en la ciudad. El recurso presentado no solicita medidas cautelares, pero desde el PSOE esperan la retirada de la normativa. «No queremos recuperar el espacio quitado a los coches por las terrazas Covid, pero queremos que ese espacio lo ganen los vecinos y no lo vuelva a ganar un sector privado», zanjó Espinar.
Fuente ABC