La voz más potente del blues de la última década, tanto en sus discos solistas como en sus colaboraciones con el violero Joe Bonamassa, Beth Hart, suele cantar y grabar standars del género, incluyendo impresionantes versiones de “I’d Rather Go Blind” de Etta James o “Sitting On The Top Of The World “ de Howling Wolf, que se encuentran en sus últimos trabajos, como “Black Coffe” del año pasado. Justamente en medio de las sesiones de ese disco la cantante se entretenía improvisando covers de canciones muy conocidas, y cuando su productor y primera guitarra Rob Cavallo la escuchó con “Whole Lotta Love”, de Led Zeppelin, entendió que ahí había para trabajar en serio. Así llegamos a este sorprendente “A tribute to Led Zeppelin” donde una banda que incluye a Cavallo y tecladistas, bateristas y bajistas de Bob Dylan y los Rolling Stones arremete con algunos de los más populares clásicos del rock británico que, a su vez, partían de las raíces del blues de Chi-cago. El truco a nivel arreglos
es no poner el énfasis en la gui-tarra –nadie querría competir con el gran Jimmy Page- sino
en la voz profunda de Beth, que por momentos supera a la de Robert Plant, lo que queda claro desde los primeros tracks del álbum nada menos que en “Stairway to Heaven” y “Kashmir”. Además de esta voz única, otra gran cualidad de este tri-
buto zeppeliano son los ima-ginativos arreglos de cuerdas que les dan el toque sonoro más original y creativo a estas canciones.