
En 2016 Jada Pinkett Smith participó en el boicot a los Oscars por su falta de diversidad racial y de género, Will Smith no había logrado situarse en la competición con “La verdad oculta” y Chris Rock era el presentador de la ceremonia. En el discurso de apertura no hizo uno, sino dos chistes a costa de los Smith, y eso que ninguno de los dos estaba presente.
A Jada Pinkett Smith le dedicó el comentario más machista de la ceremonia. Comenzaba insinuando que la actriz ni siquiera había sido invitada a la gala y seguía cosificando a Rihanna: “Jada boicoteando los Oscar es como yo boicoteando las bragas de Rihanna. ¡No fui invitado!”.
Hablando de su ausencia entre las interpretaciones nominadas a mejor actor, el presentador apuntaba contra Smith: “no es justo que Will fuera tan bueno y no fuera nominado. ¡Tampoco es justo que a Will le pagaran 20 millones de dólares por Wild Wild West!”. A Smith nunca le hizo demasiada gracia estar en una película con cinco Razzies. Aquella vez, no obstante, Pinkett Smith le restó importancia a los comentarios: “Son gajes del oficio, querido”.
Seis años después Will Smith con el Oscar en la mano, ha dicho algo parecido en su polémico discurso de agradecimiento (donde no se disculpo con Chris Rock): “Sé que para hacer lo que hacemos tenemos que ser capaces de sufrir insultos… y tienes que sonreír y hacer como que no pasa nada”. Solo que esta vez Will Smith no ha hecho “como que no pasa nada”.
Está por ver cómo acaba el asunto. Las redes ha hecho viral el momento de la agresión contra Chris Rock desde entonces, se ha planteado la cuestión de si deberían quitarle o no el Oscar a Smith y tiene suerte de que su antiguo amigo haya decidido no presentar cargos a la policía.