El clan del Jabalí, que ha llegado a tener su propio narco-poblado en la Cañada Real, se hizo rico, sobre todo, por su clientela china. Son mafias de este país oriental las que mayor cantidad de marihuana están moviendo en España. No hay provincia que no tenga plantaciones ‘indoor’, bien gestionadas por ellas o que les suministren material. En el caso de los Pardo-Bruno y Jiménez-Bruno, el matrimonio español que lideraba el clan del Jabalí, esta realidad era amplia y notoria. La rueda era la siguiente: se asentaron en los sectores 3 y 4 de la Cañada Real (Vicálvaro y Rivas Vaciamadrid, respectivamente), alejados del 6 (el tradicionalmente famoso por ser el mayor supermercado de la droga). Luego, se hicieron con hasta 22 parcelas anexas, comprándolas, sí; pero a base de extorsionar a sus moradores, como ha quedado reflejado en la operación Pipa-Barro, de la Udyco de la Policía Nacional en Madrid y la Guardia Civil. Después, las arrendaban a 2.000 o 3.000 euros a familias que se comprometían a albergar las plantaciones. Este ‘alquiler’ incluía el usufructo del terreno y el fluido eléctrico, que a su vez los Jabalí obtenían con enganches a las torres de alta tensión. 17.589 plantas y 110 kilos de cogollos
La última pata del plan era vender esa mercancía a organizaciones criminales chinas. Pudieron obtener decenas de millones de euros. Solo antes de la pandemia, estas mafias orientales obtenían desde España 100 millones de euros exportando alijos de marihuana solo al Reino Unido. En esta última operación, se ha comprobado que eran varios los países europeos a los que revendían los alijos. En apenas 500 metros de radio, estaban todas las edificaciones controladas, en las que se identificó a 64 personas y se detuvo a 44 (28 el CNP y 16 la Benemérita) el pasado 18 de marzo, en un impresionante despliegue policial. En cuanto a droga, se han incautado de 17.589 plantas de marihuana, 110 kilos de cogollos, además de 24 armas de fuego y 56.881 euros en efectivo.
Fuente ABC